La historia de Aleksandra Kolontái es la historia del feminismo socialista y de la revolución rusa protagonizada por las mujeres. Durante un breve periodo de tiempo Aleksandra soñó con un mundo utópico en el que las mujeres se liberaran de lo que ella consideraba sus principales ataduras sociales: la familia, la sexualidad y la maternidad. A pesar de que sus logros no se prolongaron en el tiempo, su vida fue sin duda excepcional y dejó una importante huella en el feminismo europeo de principios del siglo XX.
Una aristócrata rebelde
Aleksandra Mijáilovna Kollontái nació el 31 de marzo de 1872 en el San Petersburgo de los zares, en el final de la esplendorosa época de la Rusia Imperial. Pertenecía a una familia aristocrática rusa de origen ucraniano que anclaba sus raíces más allá del siglo XIII. Su padre, Mikhail Alekseevich Domontovich, era un general al servicio del zar, y su madre, Alexandra Androvna Masalina-Mravinskaia provenía de una familia de campesinos finlandeses que había hecho una gran fortuna en la industria maderera.
Aleksandra estuvo siempre muy unida a su padre, quien inculcó en la joven el interés por la historia y la política desde una óptica liberal. Con su madre tendría algún que otro conflicto, sobre todo cuando mostró interés por continuar sus estudios, algo que para su madre, no era apto ni necesario para una mujer.
La infancia de Aleksandra fue una infancia feliz gracias a la situación acomodada de su familia. A los 19 conoció al que sería su marido, Vladimir Ludvigovich Kollontai. Este no sería del agrado de su madre, pues era un joven estudiante de ingeniería de origen modesto. El enfrentamiento con su madre no serviría de mucho al futuro de la pareja pues Aleksandra, tras afiliarse en 1896 al partido socialista abandonó a su marido y su hijo para estudiar en Zúrich, centro neurálgico de las jóvenes estudiosas afines a las ideas socialistas. En 1899 se afiliaba al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso iniciando a partir de entonces una carrera trepidante hasta formar parte activa en la revolución bolchevique de 1917.
A la sombra de Lenin
Después de convertirse en la primera mujer elegida por el Comité Central del Partido Bolchevique ese mismo año de 1917, Aleksandra Kollontai se sumergió en la dirección de la Organización de Mujeres Soviéticas conocida como Zhenodtel en 1920 gracias a su nombramiento por parte de Lenin.
Siguiendo las ideas marxistas que situaban a la familia burguesa en el centro de unas estructuras sociales opresivas e inmorales propias del capitalismos, Aleksandra definió su política social y feminista alejada de la estructura familiar. Para ella, como para muchos socialistas, era necesario eliminar el concepto de la familia patriarcal opresora y trasladar la responsabilidad de los hijos y el hogar a la sociedad. Para ello, Lenin y Kollontai imaginaron una red de instituciones como casas-cuna y guarderías, restaurantes y lavanderías públicos, que liberaran a las mujeres de las tareas del cuidado de los niños y de la casa1.
Durante los primeros años de la revolución rusa, la directora de la Zhenodtel promulgó varias leyes que liberarían a las mujeres a través de sus ideas socialistas. Le dio al matrimonio un carácter civil e igualitario entre cónyuges, facilitó el acceso al divorcio por ambas partes y consiguió la protección estatal a madres e hijos a la vez que hizo gratuita la asistencia maternal en los hospitales.
Los sueños utópicos
A pesar de la Aleksandra Kollontai consiguió avanzar en buena medida en la liberación de las mujeres rusas, dos fueron sus puntos débiles. Por un lado, toda su obra política estaba demasiado ligada a la figura de Lenin quien, en el momento en que dejó de darle su apoyo destituyéndola de la dirección de la Zhenodtel, hizo decaer su influencia política. La destitución vino provocada en buena medida por uno de los puntos del programa ideológico de Kollontai: además de defender la liberación de la mujer alejándola del hogar y de la maternidad, la liberación sexual debía ser el siguiente paso. Pero sus ideas demasiado modernas para su tiempo fueron rechazadas no sólo por Lenin, sino también por muchas mujeres socialistas con unas ideas tradicionalistas demasiado arraigadas.
Por otro lado, su intención de sustituir a la familia por un estado socialista que se hiciera cargo de los roles domésticos, tampoco dio sus frutos. La guerra civil que devastó Rusia tras la revolución bolchevique, trayendo hambre, muerte y desolación, hizo que los que sobrevivieron se aferraran a las instituciones tradicionales, entre ellas la familia.
Así, en 1922, la voz de Aleksandra Kollontai perdió fuerza. Lenin la relegó de su cargo y le asignó tareas diplomáticas. Sin saberlo, Aleksandra se convertiría en la primera mujer embajadora del mundo2.
Durante más de 20 años, la gran defensora del socialismo feminista transmitió sus ideas por Europa y Estados Unidos. Mientras Aleksandra defendía con orgullo y profundo convencimiento sus ideas por medio mundo, en la nueva Unión Soviética, Stalin revocaba parte de las leyes que ella había promulgado en defensa de los derechos de la mujer.
Un gran número de artículos y discursos así como varios libros y su propia autobiografía dejaron por escrito sus ideas, sentando las bases del movimiento feminista socialista.
Aleksandra Kollontai moría el 9 de marzo de 1952 en Moscú. Tenía 79 años.
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domingo, 18 de enero de 2015
La mujer comprometida, Simone de Beauvoir (1908-1986)
La figura de Simone de Beauvoir está estrechamente ligada a la historia del feminismo del siglo XX. Pero Simone de Beauvoir no fue solamente una de las feministas más importantes de nuestros tiempo. Escritora, filósofa, defensora de los derechos humanos, fue una mujer comprometida con sus propios ideales por los que luchó toda su vida a pesar de las críticas que recibió de algunos sectores de la sociedad. Su brillante pensamiento y su facilidad por exponer sus ideas la convirtieron en una escritora prolífica, que publicó novelas, textos autobiográficos y ensayos en los que plasmó sus creencias y que se han convertidos en clásicos de la literatura y el pensamiento modernos.
En una cuna católica
Simone Ernestine Lucie Marie Bertrand de Beauvoir nació el 9 de enero de 1908 en París en el seno de una familia burguesa con una moral cristiana muy estricta. Simone y su hermana pequeña Poupette, con la que mantuvo siempre una estrecha relación, fueron educadas en colegios católicos siempre bajo la rígida disciplina de una madre profundamente religiosa. Ya siendo una adolescente, Simone se rebelaría contra la fe familiar declarándose atea y viendo en la religión una forma de subyugar al ser humano. De su padre, un abogado que dejó atrás su sueño de ser actor de teatro, heredó el amor por la literatura.
En los brazos de un filósofo
Simone se fue a vivir con su abuela y empezó sus estudios de filosofía en la universidad de la Sorbona. Con una tesis sobre Leibniz Simone se graduó en 1929. Aquel mismo año, la joven graduada conoció a Jean Paul Sartre con el que iniciaría una relación totalmente distinta a los cánones establecidos. Jean Paul y Simone, quien nunca se planteó la posibilidad de contraer matrimonio, establecieron una relación de pareja basada en el respeto y la libertad de cada uno como individuo. Una relación que duró hasta la muerte del filósofo en 1980.
Simone de Beauvoir se ganó la vida como profesora, profesión que ejerció hasta 1943 cuando tuvo que abandonar el centro educativo en el que impartía clases por la denuncia de una madre que se quejó de las ideas que había transmitido a su hija.
Desde entonces, y hasta el final de sus días, Simone de Beauvoir dedicaría su vida a escribir su credo en distintos registros literarios.
Una invitada para la historia
En 1943 escribía en el París ocupado La invitada, su primera novela. En sus páginas reflejó una relación de tres que ella misma había experimentado con Jean Paul. Sus ideas existencialistas sobre la responsabilidad personal y sus reflexiones sobre la libertad del individuo aparecieron también en sus siguientes novelas, La sangre de los otros (1944) y Los Mandarines (1954), por la que recibió el Premio Goncourt.

En 1945, junto a Jean Paul Sartre y otros eruditos del momento, fundaron la revista Tiempos Modernos que se convirtió en importante referente de la cultura y la política en Francia durante muchos años.
Una feminista controvertida
En 1949, la publicación de El segundo sexo, marcó el inicio de su andadura en el mundo del feminismo. Un inicio controvertido pues su obra fue considerada escandalosa e incluso pornográfica por algunos movimientos católicos. Aun así, sus ideas sobre la emancipación de la mujer, el problema del papel en el hogar y de su faceta como madre como factores opresivos y como freno a su independencia se convirtieron en pilares de muchos grupos feministas contemporáneos y posteriores a ella. A pesar de ver la maternidad como una manera de frenar la libertad de las mujeres, Simone llegó a adoptar a una niña, Sylvie Le Bon de Beauvoir.
Con algunas de aquellas feministas fundó la Liga de los Derechos de la Mujer para que sus ideas pudieran convertirse algún día en hechos.
El legado de una gran pensadora
Simone de Beauvoir falleció en París el 14 de abril de 1986. Sus restos descansan junto a Jean Paul Sartre en el cementerio parisino de Montparnasse.
FUENTE: ( http://www.mujeresenlahistoria.com)
Luchando por sus derechos, Edith Summerskill (1901-1980)
Médico, política, escritora, Edith Summerskill fue una mujer excepcional que luchó toda su vida por los derechos de las mujeres. No sólo defendió su capacidad intelectual y profesional sino que abogó por una fuerte defensa de la maternidad.
Estudiante de primer orden
Edith Clara Summerskill nació en Londres el 19 de abril de 1901. Era la hija menor del doctor William Summerkill y su esposa Edith Clara Wilde. Buena estudiante desde bien jovencita, Edith se formó en la escuela Eltham Hill Grammar hasta que consiguió ingresar en 1918 en el prestigioso King’s College donde inició sus estudios de medicina. Seis años más tarde se convertía en doctora; un año después se casaba con el doctor Edward Jeffrey Samuel.
Una visión socialista de la medicina
En 1928, Edith y Edward establecieron una consulta médica en el norte de Londres. La práctica de la medicina la acercó a la realidad social y en 1930 formó parte de la primera asociación de medicina socialista de Inglaterra cuyo fin principal era conseguir un sistema sanitario gratuito y accesible a toda la población. Un año después, la joven asociación, de la que Edith fue uno de sus miembros más activos, se unió al partido laborista inglés.
Una mujer política
Con 32 años, Edith inició su carrera política en el Middlesex County Council. A partir de ahí, en 1938, empezó a ejercer su actividad política como miembro del Parlamento por Fullham West. Tras trabajar como Secretaria Parlamentaria en el Ministerio de Alimentación (1945-50), fue promovida para el cargo de Ministra de Seguridad Social y Nacional, cargo que ejercería entre 1950 y 1951.
Edith estuvo toda su vida política ligada al partido laborista de cuyo comité ejecutivo formó parte entre 1944 y 1958.
Sobre los derechos de las mujeres
La trayectoria profesional de Edith Summerskill estuvo marcada por su lucha constante en defensa de los derechos de las mujeres. Desde los aspectos médicos de mejora de las condiciones de las mujeres parturientas, hasta los derechos básicos a acceder al mundo intelectual y profesional.
Como presidenta de la Asociación de Mujeres Casadas, Edith quiso asegurar los derechos de las amas de casa y las mujeres divorciadas llegando a promover la promulgación de varias leyes en este sentido.
Cartas a otra gran mujer
Uno de los documentos más interesantes que nos legó Edith Summerskill fueron las cartas escritas a su hija Shirley durante los años 50. Edith no sólo reflejó sus anhelos y dificultades por conciliar su vida laboral y profesional y su familia e hijos, sino que defendió en sus palabras la creencia de que las mujeres eran superiores a los hombres a nivel intelectual. A pesar de ello, Edith explicaba a su hija que muchas mujeres habían tenido que sufrir el rechazo social por haberse querido equiparar profesional e intelectualmente a los hombres.
Edith Summerskill murió a punto de cumplir los 80 años el 4 de febrero de 1980. Tras de sí dejaba una larga vida de lucha y defensa de los derechos básicos de las mujeres.
FUENTE: ( http://www.mujeresenlahistoria.com)
Estudiante de primer orden
Edith Clara Summerskill nació en Londres el 19 de abril de 1901. Era la hija menor del doctor William Summerkill y su esposa Edith Clara Wilde. Buena estudiante desde bien jovencita, Edith se formó en la escuela Eltham Hill Grammar hasta que consiguió ingresar en 1918 en el prestigioso King’s College donde inició sus estudios de medicina. Seis años más tarde se convertía en doctora; un año después se casaba con el doctor Edward Jeffrey Samuel.
Una visión socialista de la medicina
En 1928, Edith y Edward establecieron una consulta médica en el norte de Londres. La práctica de la medicina la acercó a la realidad social y en 1930 formó parte de la primera asociación de medicina socialista de Inglaterra cuyo fin principal era conseguir un sistema sanitario gratuito y accesible a toda la población. Un año después, la joven asociación, de la que Edith fue uno de sus miembros más activos, se unió al partido laborista inglés.
Una mujer política
Con 32 años, Edith inició su carrera política en el Middlesex County Council. A partir de ahí, en 1938, empezó a ejercer su actividad política como miembro del Parlamento por Fullham West. Tras trabajar como Secretaria Parlamentaria en el Ministerio de Alimentación (1945-50), fue promovida para el cargo de Ministra de Seguridad Social y Nacional, cargo que ejercería entre 1950 y 1951.
Edith estuvo toda su vida política ligada al partido laborista de cuyo comité ejecutivo formó parte entre 1944 y 1958.
Sobre los derechos de las mujeres
La trayectoria profesional de Edith Summerskill estuvo marcada por su lucha constante en defensa de los derechos de las mujeres. Desde los aspectos médicos de mejora de las condiciones de las mujeres parturientas, hasta los derechos básicos a acceder al mundo intelectual y profesional.
Como presidenta de la Asociación de Mujeres Casadas, Edith quiso asegurar los derechos de las amas de casa y las mujeres divorciadas llegando a promover la promulgación de varias leyes en este sentido.
Cartas a otra gran mujer
Uno de los documentos más interesantes que nos legó Edith Summerskill fueron las cartas escritas a su hija Shirley durante los años 50. Edith no sólo reflejó sus anhelos y dificultades por conciliar su vida laboral y profesional y su familia e hijos, sino que defendió en sus palabras la creencia de que las mujeres eran superiores a los hombres a nivel intelectual. A pesar de ello, Edith explicaba a su hija que muchas mujeres habían tenido que sufrir el rechazo social por haberse querido equiparar profesional e intelectualmente a los hombres.
Edith Summerskill murió a punto de cumplir los 80 años el 4 de febrero de 1980. Tras de sí dejaba una larga vida de lucha y defensa de los derechos básicos de las mujeres.
FUENTE: ( http://www.mujeresenlahistoria.com)
jueves, 15 de enero de 2015
INTUICIÓN
Intuición es la facultad de comprender las cosas al instante, sin necesidad de realizar complejos razonamiento. El término también se utiliza para hacer referencia al resultado de intuir: “En realidad no sabía que ibas a estar allí; fue pura intuición”, “Nunca supe cuál era la fórmula química; simplemente mezcle los ingredientes por intuición”.
Lee todo en: Definición de intuición - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/intuicion/#ixzz3OuDklelY
En el lenguaje coloquial, intuición se utiliza como sinónimo de presentimiento (tener la sensación de que algo va a ocurrir o adivinar algo antes de que suceda): “Mejor vayámonos de aquí; mi intuición me dice que hay algo sospechoso en esas personas”, “Hija, recuerda que, más allá de todos los consejos que pueda darte, siempre tienes que hacer caso a su intuición”.
A nivel filosófico y epistemológico, la intuición está relacionada al conocimiento inmediato, directo y autoevidente. No requiere, por lo tanto, de ningún tipo de deducción.
Para la psicología, la intuición es un conocimiento al que se llega por un camino que no es racional; por lo tanto, no puede explicarse y, en ocasiones, ni siquiera puede verbalizarse: “¿Por qué decidí elegir esa puerta? No lo sé, fue por intuición”, “La intuición me llevó a abandonar el coche justo un minuto antes que explotase”.
La intuición, en definitiva, está vinculada a las reacciones repentinas o a sensaciones más que a pensamientos elaborados y abstractos. Es importante señalar que la ciencia no admite que se compare la intuición con una experiencia paranormal o mágica; siempre intenta justificar aquellas cuestiones que no podemos explicar como producto de procesos mentales a los cuales no se accede mediante la conciencia y promete que, algún día, en un futuro no muy distante, hallará las razones exactas para dichos fenómenos.
Algunos estudiosos de lo paranormal, tales como los psíquicos y los parapsicólogos, aseguran que estamos en constante comunicación con un gran número de espíritus, tanto de seres que llegamos a conocer como de otros que fallecieron mucho antes de nuestro nacimiento. Dicen que estas almas tienen un propósito, que se quedan entre nosotros para resolver cuestiones que hayan dejado pendientes durante sus vidas, y que muchas de ellas nos ayudan, incluso cuando no somos conscientes de ello. De acuerdo a esta teoría, la intuición podría ser simplemente la recepción de un mensaje del más allá.
Retomando la postura aceptada por la ciencia, cuando uno se adelanta a un hecho, cuando realiza una llamada telefónica a una persona que estaba intentando comunicarse con ella en ese mismo instante, o cuando evita un accidente, lo que ocurre es que el cerebro reacciona ante el análisis de la información que le provee su entorno sin darnos explicaciones, aunque esto no significa que no existan.
En el ejemplo del coche que estalla tan sólo un minuto después de que la persona lo abandonara sin saber por qué, una explicación racional sería que alguno de sus sentidos percibió de manera inconsciente una serie de datos que, luego de ser estudiados por su cerebro, dieron como resultado una inminente explosión.
En las disciplinas esotéricas o paranormales, la intuición puede ser considerada como una manifestación de capacidades extrasensoriales, como la telepatía. Es posible, de acuerdo a estas creencias, desarrollar la capacidad de intuición a partir de la meditación y otras prácticas.
En la actualidad, el adjetivo intuitivo se utiliza para describir interfaces de programas informáticos, haciendo referencia a que son de fácil entendimiento para un usuario que los vea por primera vez. Tanto un menú como la configuración de los controles, sea de un videojuego o de una aplicación, son intuitivos si permiten que la persona los comprenda de forma casi natural, dejándose guiar por su propia intuición y sin necesidad de leer un manual de instrucciones.
Lee todo en: Definición de intuición - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/intuicion/#ixzz3OuE4Rjpo
EL SABIO ALEMAN
Erich Fromm (23 de marzo de 1900 en Fráncfort del Meno, Hesse, Alemania-18 de marzo de 1980 en Muralto, Cantón del Tesino, Suiza) fue un destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen judío alemán.
Miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Fráncfort,
Fue uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica a mediados del siglo XX.
Pensamiento
Tres libros son particularmente importantes para conocer el pensamiento del sabio alemán. El primero es El miedo a la libertad, el segundo El arte de amar y el tercero es El corazón del hombre. En ellos se manifiesta inconforme con su pertenencia a una “escuela” nueva de psicoanálisis, para concluir diciendo que él propone una estructura filosófica de referencia diferente, la del humanismo dialéctico. A pesar de esto, se considera que los libros El miedo a la libertad, Ética y psicoanálisis y Psicoanálisis de la sociedad contemporánea presentan también una continuidad en lo que atañe al pensamiento psicológico de Erich Fromm, además de que en esta última funda lo que él llama el psicoanálisis humanista, mientras que en Ética y psicoanálisis sustituye el sistema freudiano de desarrollo de la libido por uno que se basa en los procesos de asimilación y socialización del individuo. Él mismo menciona, al inicio de Ética y psicoanálisis, que es menester leer ese libro junto con El miedo a la libertad para comprender completamente su caracterología.
Fromm dice, en el prefacio de El corazón del hombre, que El miedo a la libertad fue el fruto de su experiencia clínica y de la especulación teórica para comprender tanto a la libertad, como a la agresión y al instinto destructor. El pensador distingue entre la agresión al servicio de la vida, biofilia, y la necrofilia o agresión al servicio de la muerte.
En un libro posterior, El arte de amar, Fromm analizó la capacidad de amar y, por el contrario, El corazón del hombre tiene como eje la enunciación y caracterización de dos síndromes, el de crecimiento (amor a la vida, a la independencia y la superación del narcisismo) y el de decadencia (amor a la muerte, a la simbiosis incestuosa y al narcisismo maligno).
Para Fromm, que vivió en plena Guerra Fría, ésta es el reflejo del síndrome de decadencia, pues a pesar del enorme riesgo de muerte, prevalece el odio inspirado en un narcisismo maligno, suicida; se impone entre los gobiernos de las superpotencias.
A Fromm le interesa la visión de Thomas Hobbes, en el sentido de que el hombre es lobo del hombre, pero al mismo tiempo destaca la inclinación humana al autosacrificio. Se pregunta respecto de esta condición dual si es el hombre lobo o cordero de sí mismo. En busca de una respuesta recurre al Nuevo Testamento para concluir finalmente que este libro refleja tanto una condición como la otra, y concluye que el individuo es a la par lobo y cordero.
Sin embargo, no todos los hombres han desarrollado de la misma manera ambas condiciones, pues en la inmensa mayoría predomina el cordero, en tanto una minoría es dominada por la condición de lobo, pero esta minoría ha sabido exaltar la condición de lobo que existe en la inmensa mayoría, y cito:
Pero si la mayor parte de los hombres fueron corderos ¿Por qué la vida del hombre es tan diferente de la del cordero? Su historia se escribió con sangre; es una historia de violencia constante, en la que la fuerza se usó casi invariablemente para doblegar su voluntad. ¿Exterminó Talaat Pachá por sí solo millones de armenios? ¿Exterminó Hitler por sí solo a millones de judíos? ¿Exterminó Stalin por sí solo a millones de enemigos políticos? Esos hombres no estaban solos, contaban con miles de hombres que mataban por ellos y que lo hacían no sólo voluntariamente, sino con placer.
Fromm concluye que “El hombre ordinario con poder extraordinario es el principal peligro para la humanidad y no el malvado o el sádico”, lo cual se puede concretizar cuando se combinan en él las tres orientaciones que forman el síndrome de decadencia y que “mueve al hombre a destruir por el gusto a la destrucción y a odiar por el gusto de odiar.”
En contraposición, describe el síndrome de crecimiento: “el amor a la vida (en cuanto opuesto al amor a la muerte) el amor al hombre (opuesto al narcisismo) y el amor a la independencia (opuesto a la fijación simbiótico-incestuosa).
Desde luego que una mentalidad tan rica y creativa como la de Erich Fromm que vivió intensamente su tiempo, que abrazó a un marxismo alejado del totalitarismo imperante y que rechazó a un capitalismo feroz, que además fue un educador, un literato de gran atractivo pues sus libros son de fácil lectura y que combinaba tanto su experiencia clínica con su meditación filosófica, produjo un rico pensamiento dotado de muchas aristas expuestas a lo largo de más de veinte libros que es imposible encasillar en un capítulo como el de este artículo. Sin embargo, el barrunto anterior es el centro que permanece reiterado tanto en sus libros previsores de la sociedad como en el juicio a los grandes personajes de nuestra historia.
Son de importancia trascendental sus estudios acerca de la relación que existe entre los sistemas políticos totalitarios y las religiones monoteístas. Según Fromm, las religiones monoteístas educan a los individuos en la obediencia ciega a una autoridad superior, que pone las normas por encima de cualquier razón o discusión. Así, el individuo queda reducido a un mero servidor de un dios todopoderoso. Esta mentalidad masoquista, adquirida desde la infancia, sería la base psicológica que ha hecho que muchos hombres sigan ciegamente a dictadores como Hitler. Es interesante percatarse de la gran similitud que tienen estas ideas de Fromm acerca del monoteísmo con las de otro gran pensador: Joseph Campbell. Poco antes de morir, Fromm publicó un libro que supuso un paso adelante en su pensamiento: Anatomía de la destructividad humana. En este escrito planteó la idea de que el hombre se decanta en su vida entre dos fuerzas: la biofilia y la necrofilia. La primera es la fuerza que impulsa al ser humano a amar la vida y a crear. La segunda es el reverso tenebroso de esta fuerza. La necrofilia surge cuando el hombre se decanta por el egoísmo, y conlleva la soberbia, la codicia, la violencia, el ansia de destruir y el odio a la vida. Es de destacar el magnífico estudio que Fromm hizo, en este libro, acerca de la personalidad de Hitler basándose en esta teoría de la biofilia-necrofilia.
Al igual que lo anterior, Fromm fue un firme defensor de los derechos de la mujer, por eso se mostró siempre entusiasmado por las obras de Bachofen, así lo expresó: “La comprensión plena de esta ideología patriarcal exigiría un análisis más detallado. Baste decir que las mujeres constituyen una clase dominada y explotada por los hombres en todas las sociedades patriarcales; como todos los grupos explotadores, los hombres dominantes deben producir ideologías a fin de explicar su dominación como natural, y por lo tanto necesaria y justificada. Las mujeres, como la mayoría de las clases dominadas, han aceptado la ideología masculina, aunque en privado sustentaban sus propias ideas contrarias. Parece que la liberación de la mujer comenzó en el siglo XX, y que va acompañada por un debilitamiento del sistema patriarcal en la sociedad industrial, aunque ni siquiera hoy existe en país alguno una igualdad total, de facto, de las mujeres”.
El tema de la dominación de la mujer era una de las cuestiones de principal preocupación para Fromm por eso su rescate de Bachofen y por eso afirmaba: “El dominio de los hombres sobre las mujeres es el primer acto de conquista, y el primer uso explotador de la fuerza…”
FUENTE : (http://es.wikipedia.org)
lunes, 12 de enero de 2015
INTUICION
Intuición
La intuición (del latín intueri «mirar hacia dentro» o «contemplar») es un concepto de la Teoría del conocimiento aplicado también en la epistemología que describe el conocimiento que es directo e inmediato, sin intervención de la deducción o del razonamiento, siendo considerado como evidente.1
Se cree que la percepción sensible ofrece un conocimiento intuitivo de la realidad. De la misma forma, el entendimiento tenía una "intuición intelectual" capaz de conocer la esencia de las cosas y sus diversas formas mediante los conceptos.2
En la Edad Moderna ha sido estudiado por los racionalistas, los empiristas, Kant y el criticismo y la fenomenología.
No obstante lo anterior, poco a poco el problema de la intuición ha ido derivando desde el campo de la especulación filosófica al campo de la ciencia positiva, siendo considerado más bien un tema de investigación psicológica y neurológica.
Según algunas teorías psicológicas, se le llama intuición al conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. El individuo puede relacionar ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a una determinada conclusión o decisión.3 Las intuiciones suelen presentarse más frecuentemente como reacciones emotivas repentinas a determinados sucesos, percepciones o sensaciones que como pensamientos abstractos elaborados y muy relacionados con las creencias e ideologías.
En el lenguaje popular suele significar con frecuencia presentimiento.4
Índice
1 Enfoques racionales de la intuición
2 Desde la psicología cognitiva y la psicología analítica
2.1 La intuición en la tipología psicológica
3 Aspectos cognitivos
4 Esoterismo
5 Referencias
6 Bibliografía
7 Véase también
8 Enlaces externos
Enfoques racionales de la intuición
La conciencia no crítica suele dar por supuesto que el conocimiento directo en la experiencia por los sentidos garantiza una intuición acerca de lo real.
Como se ha explicado la intuición en cuanto origen del conocimiento y sus formas, así como su relación con la realidad y por tanto su contenido de verdad, ha dado lugar a casi todas las formas de consideración acerca del valor de la filosofía y de la ciencia.
Desde el comienzo de la reflexión filosófica el conocimiento de los sentidos ha sido puesto en cuestión en cuanto a su objetividad y universalidad, y por tanto su valor de conocimiento científico; suscitándose, entonces, el problema permanente acerca de cómo es posible el valor objetivo de los conceptos y su relación con lo sensible y, en definitiva, la objetividad del conocimiento en su pretensión de conocimiento verdadero como ciencia.
La llamada filosofía tradicional ha justificado la verdad de los conceptos como conocimiento obtenido por abstracción del conocimiento singular de la experiencia, puesto que el entendimiento agente era capaz de "intuir las esencias" de las cosas.
Si tradicionalmente se admitía la intuición del conocimiento sensible de la experiencia como la intuición intelectual del entendimiento en la elaboración de los conceptos, tal planteamiento cambia radicalmente en la Edad Moderna.
Descartes5 desde el racionalismo considera válida la intuición:
en la representación sensible de la extensión como ideas en la conciencia y
como deducción de ideas en la conciencia a partir de unos principios o ideas innatas; lo que denomina análisis como conocimiento evidente con certeza, en la confianza en la bondad de Dios que no puede engañarse ni engañarnos.
Los empiristas en cambio no reconocerán más intuición que la intuición sensible de la experiencia como ideas en la conciencia; concibiendo la evidencia como "representación en la conciencia".
Kant distingue, en su Crítica de la razón pura, la intuición sensible condicionada a las "intuiciones puras de la sensibilidad" pero no acepta la intuición intelectual.6 Siguiendo respecto a la primera el modelo empirista, considera los conceptos de la experiencia como una síntesis (juicios sintéticos) de lo empírico o "a posteriori" y la propia actividad del entendimiento en la aplicación a dicho contenido empírico de unos conceptos "a priori", (aplicación de las categorías); el campo de aplicación de unos posibles "juicios sintéticos a priori", los propios de la ciencia, queda limitado al campo de la experiencia posible. Lo que da lugar al criticismo.
Un intento de superación de la postura kantiana ha sido la de la fenomenología de Husserl pretendiendo una "intuición de esencia" que recuerda la intuición tradicional platónico-aristotélica.
La cuestión del conocimiento científico en su relación con los conocimientos "formales" o a priori y los contenidos "materiales" de la experiencia dio lugar a una profunda problemática en cuanto a la consideración y justificación del conocimiento científico.
Los matemáticos por ejemplo según consideraron el fundamento de su ciencia se denominaron intuicionistas o formalistas.
Hoy día la intuición es considerada dentro del marco de investigación de las acciones cognitivas, lo que se conoce como cognitivismo. Es un problema de transversallidad en que intervienen multitud de ciencias tanto estrictamente positivas (neurofisiología, biología molecular, genética, psicología,..etc.) como filosóficas (antropología, sociología, lingüística, cultura... etc).
Según Burke y Miller la intuición sería la solución de problemas realizada de modo inconsciente y basada en el conocimiento acumulado por la experiencia cotidiana, la actividad profesional específica y la formación académica. Es decir, que la intuición no es una facultad distinta a la actividad racional y creativa ordinaria; su diferencia radicaría en que el proceso que da lugar a su realización práctica se llevaría a cabo mediante una intervención automática del subconsciente, en el que éste seleccionaría la información guardada en la memoria relevante en cada situación particular.
Desde la psicología cognitiva y la psicología analítica
Jean Piaget en su obra Seis estudios de psicología, considera la intuición como una de las etapas del desarrollo mental en la primera infancia. La define como una simple interiorización de las percepciones y los movimientos bajo la forma de imágenes representativas.
La intuición es comprensión sintética, es el primer indicio de una profunda unificación subjetiva. La manera más útil de desarrollar la intuición es mediante la interpretación de los símbolos.7
Para el psicólogo Carl Gustav Jung la intuición es una función psicológica que transmite percepciones por vía inconsciente. Todo puede ser objeto de esa forma de percepción, tanto objetos externos como internos. En la intuición un contenido cualquiera se presenta como un todo acabado, sin que al comienzo seamos capaces de indicar o averiguar como ha llegado a constituirse. Sus contenidos tienen, como los de la sensación, el carácter de lo dado, al contrario de los contenidos del sentimiento y el pensamiento que tienen el carácter de algo 'derivado' o 'producido'.8
Se necesitan símbolos "mágicamente" efectivos, que contengan aquellos analogismos primitivos que hablan a lo inconsciente. Sólo mediante el símbolo puede lo inconsciente ser alcanzado y expresado.9
Esa función del símbolo en el desarrollo de la intuición la define Howard Gardner como inteligencia intrapersonal, como la habilidad para plasmar los sentimientos en códigos simbólicos.10
Algunos autores11 entre ellos Gerd Gigerenzer argumentan que habitualmente se desarrollan muchos procesos mentales en el cerebro que perciben y elaboran deducciones inconscientes o en un sentido más biológico ponderaciones condicionadas por los prejuicios cognitivos donde solo el resultado pasa a ser consciente. Al conocer el resultado de forma consciente y no el como se ha llegado a este la persona interpreta ese resultado como una intuición o además debido a factores evolutivos como un resultado acertado. Este proceso natural es una herencia evolutiva que permite una rápida conclusión que no entre en conflicto con la voluntad o consciencia del individuo.12 Otros autores asocian este factor evolutivo a la selección puesto que aquellos cuyo resultado inicial más rápido les parece correcto reaccionan también con mayor velocidad y en condiciones de competencia esto puede ser una ventaja, independientemente de la veracidad de la información o de como se ha llegado a este. La intuición por tanto no deja ser una forma de prejuicio cognitivo. Con frecuencia es necesario saber solo el resultado, puesto que así se evita el gasto energético de deducirlo conscientemente. Sin embargo, este modo de razonamiento aunque eficiente evolutivamente no lo es cuando la respuesta inmediata no es necesaria. La consciencia es la forma que tenemos los humanos de manejar mediante la lógica (reglas demostradas correctas sobre y con la experiencia) y la experiencia (datos de entrada del mundo definido por nuestros sentidos) eficientemente a nuestro ambiente. Las reglas de la lógica no son las únicas reglas que han sido usadas puesto que a lo largo de la historia se han usado diferentes reglas o normas ideadas por diferentes estamentos sociales para dilucidar lo que es verdad y lo que no es verdad a partir de nuestros sentidos. Véase epistemología y método científico.
Por otro lado la intuición analizada desde la perspectiva de la lógica no conduce a un resultado necesariamente falso o falaz aunque el modo de razonamiento con el que se ha llegado a este puede que si lo sea. El no conocer el modo de razonamiento nos hace entrar en la falacia ad ignorantiam (prejuicio cognitivo) impidiendo saber si el método que realiza nuestro cerebro inconscientemente es correcto o no. Esto es así puesto que el saber o conocer cómo se ha llegado al resultado permite la sistematización automatización y verificación del patrón de razonamiento. Una vez conocido este patrón se puede probar y verificar si es cierto para todos los casos. La verificación es muy importante ya que permite evitar el auto-engaño13 y aproximarse a la verdad. Por tanto, se hace necesario desde una perspectiva sosegada analizar e intentar descubrir como el cerebro ha llegado a dicha conclusión con los datos que posee. De esta forma se pasa de la intuición a la deducción. Así el modo de razonamiento puede salir a la luz para mejorarse y/o modificarse.
La intuición en la tipología psicológica
Carl Jung en su libro Tipos psicológicos propuso la existencia de cuatro funciones principales en la consciencia entre las cuales se encuentra la función intuición. Las tres funciones restantes son la sensación, el pensamiento y el sentimiento. Estas cuatro funciones son modificadas por dos actitudes principales: introversión y extraversión. A partir de esta teoría se desarrolla más tarde el Indicador Myers-Briggs que cuenta con 16 combinaciones tipológicas (8 tipos más que en la tipología junguiana clásica) de las cuales cuatro son del tipo intuitivo;
INTJ; Introvertido, Intuitivo, Pensamiento (Thinking), Calificador (o Judging).
INFJ; Introvertido, Intuitivo, Sentimiento (Feeling), Calificador (o Judging).
ENTP; Extravertido, Intuitivo, Pensamiento (Thinking), Perceptivo.
ENFP; Extravertido, Intuitivo, Sentimiento (Feeling), Perceptivo.
Los dos primeros pertenecen a la intuición introvertida con orientación pensamiento y sentimiento respectivamente; y los dos últimos a la intuición extravertida con orientación pensamiento y sentimiento, también respectivamente.
Aspectos cognitivos
Desde una perspectiva cognitiva,14 se considera que el cerebro trabaja con una mente de dos vías, las cuales interactúan. Según Daniel Kahneman, hay:
una mente oculta e intuitiva que es rápida, automática, que no requiere esfuerzo y que es asociativa e implícita, y a la que no es posible acceder por introspección. Sobre ella, influirían dos elementos: 1) una serie de atajos mentales, heurísticos, desarrollados a lo largo de la evolución, que son los que capacitan a los seres humanos para los juicios rápidos y frugales (y que, en ocasiones, generan indicios perceptivos que pueden generar ilusiones o falsas percepciones); 2) las asociaciones aprendidas a lo largo de una historia vital, que se constituyen en sentimientos que guían nuestros juicios.
por otro, está la mente consciente o explícita, discursiva, secuencial, racional, y que requiere un esfuerzo para que funcione.
Esoterismo
En el esoterismo y lo paranormal consideran que ciertas instancias de intuición son en realidad una manifestación de capacidades extrasensoriales, por ejemplo, precognición o telepatía, las cuales se desarrollan, por ejemplo, mediante la meditación pero a la vez puede traer trastornos de personalidad como es el caso de la hiperactividad o la revelación del maya de los sentidos, más conocido como ilusión o espejismo.15
FUENTE. ( http://es.wikipedia.org)
jueves, 1 de enero de 2015
CRÍTICA LITERARIA DE JAVIER FERNÁNDEZ DE CASTRO La ninfa inconstante Guillermo Cabrera Infante
La noticia urgente, lo que se impone antes de cualquier consideración, es queGuillermo Cabrera Infante ha vuelto. Cuando sus seguidores ya se creían condenados a releer con la esperanza de olvidar cuanto antes para volver leerle otra vez, hete aquí que de pronto resurgen la voz, la cadencia y el espíritu lúdico del Guillermo Cabrera Infante de toda la vida. Increíble.
La primera historia de la trilogía es el lenguaje. Por descontado que están ahí los celebrados juegos de palabras (sicut era fornicando), y también las citas y las no-citas, las alusiones a lecturas, el recuento de películas o el son de las canciones, así como el fraseo corto, rápido y certero, el diálogo vivaz y las situaciones absurdas, todo al más puro estilo Cabrera Infante. Sin embargo, a mi entender, lo de verdad importante es la cuidadosa labor de construcción que el narrador va llevando a cabo, similar a la del hacedor de mosaicos cuando avanza pieza a pieza sabiendo que si de momento las formas y los colores no acaban de entenderse, de pronto adquirirán su pleno sentido y el lector/espectador podrá captar en toda su dimensión la obra que tan laboriosamente se ha ido construyendo. Y esa paciente obra de construcción, el punto en el que se funden las dos primeras historias de la trilogía, tiene su encarnación en La Habana. Faltaría más.
Qué sería de Cabrera Infante sin La Habana, esa ciudad amada, recordada, soñada, añorada y odiada al cabo de tantos años de ausencia. Se desvive por dar la dirección justa, el detalle exacto, la descripción dolorosamente precisa de aquellos comercios y hoteles, aquellos bares hasta las tantas de la madrugada, la ciudad canalla que vive el periodista todavía intoxicado por los efluvios del plomo de las linotipias, todo para vestir de perifollos a un cadáver. Porque esa ciudad tan amorosa y pacientemente construida se derrumba al mismo tiempo que es erigida porque ya no existe. La historia se la tragó y la actual capital de Cuba apenas tiene nada que ver con la fantasmagórica reconstrucción de Cabrera Infante. El café Vienés, copia del Sacher; el club Picasso, sólo para lesbianas; el antiguo teatro Trotcha con sus jardines en forma de laberinto, o aquellos restaurantes, el Camagüey, al costado de la facultad de Medicina, y El Jardín o el Carmelo, ninguno de los cuales ha perdido nada de su encanto. En algún momento el narrador ya no puede más y proclama: "La Habana parece -aparece- indestructible en el recuerdo: eso la hace inmortal", y en ello la opinión del narrador coincide con la del tenaz tejedor de historias desde su forzado exilio en Londres.
El tercer tronco de esa enredadera que se enrosca sobre sí misma para elevarse y medrar en un medio tan precario como es la memoria resulta ser la propia ninfa inconstante, es decir, la novela misma, en la que se narra la huida hacia ningún sitio de un hombre mayor y casado ("mal casado") con una criatura de 15 quince años ("casi 16") y con la cual va a vivir una historia trágica y cansada, exaltante y desengañada, triste y al mismo tiempo vivificadora, tejida con engaños, infidelidades y desamores, pero también con momentos tan sublimes como el de la piel color miel de la amada impúber mostrándose en todo su esplendor. O sea, una historia de amor, tal cual, hecha desde un lenguaje que se encarna en una ciudad que ya no es y en la que el narrador, en primera persona, se vale de la pluma como el ciego se vale de las yemas de los dedos para prefigurar algo que nunca verá. Y, a todas estas, sin dejar de jugar. Casi al final, cuando ya se han usado todas las bazas, surge la pregunta desesperada: "¿Habrá alguien pensado algo alguna vez?". Y la respuesta:"Tal vez Dante. Al dente". Y eso es lo que yo decía: un juego.
[Publicado el 01/10/2008 a las 09:41]
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COMENTARIOS (7)
Y esa paciente obra de construcción, el punto en el que se funden las dos primeras historias de la trilogía, tiene su encarnación en La Habana. Faltaría más. online undergraduate certificate
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Comentado por: Smith1 el 20/9/2011 a las 10:27
Bueno en realidad acabo hace algunas dos semanas de comprar ese libro q estaba en los botaderos de las tiendas comerciales a un precio demaciado barato, y en realidad no le havia tomado mucha importancia hasta apenas allér que empece a leer con atencion el libro y de vdd me parece genial muymuy genial lo recomiendo mucho me gusta la forma de citar de Guillermo C. I.
Comentado por: Natalhie el 24/9/2010 a las 20:48
BiografíaJavier Fernández de Castro (Aranda de Duero, Burgos, 1942) ha ejercido entre otros los oficios de corresponsal de prensa (Londres) y profesor universitario (San Sebastián), aunque mayoritariamente su actividad laboral ha estado vinculada al mundo editorial. En paralelo a sus trabajos para unos y otros, se ha dedicado asiduamente a la escritura, contando en su haber con una decena de libros, en especial novelas. Desde hace unos años reside de forma permanente en Barcelona.
BIBLIOGRAFÍA
Entre sus novelas se podrían destacarLaberinto de fango (1981), La novia del capitán (1986), La guerra de los trofeos(1986), Tiempo de Beleño ( 1995) y La tierra prometida (Premio Ciudad de Barcelona 1999). En el año 2000 publicóEl cuento de la mucha muerte, rebautizado como Crónica por el editor, y que es la continuación de La tierra prometida. En 2008 apareció en Editorial Bruguera, Tres cuentos de otoño, su primera pero no última incursión en el relato corto.
FUENTE: (http://www.elboomeran.com/)
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