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martes, 10 de febrero de 2015

Arthur Rubinstein



Polonia, 28 de enero de 1887 - Ginebra, 20 de diciembre de 1982) fue un pianista polaco de origen judío, célebre por sus interpretaciones de Chopin y de muchos otros compositores. Fue nombrado por The New York Times como uno de los grandes pianistas del siglo XX.




Su mentalidad optimista se reflejaba en la vitalidad de sus interpretaciones. Poseía un sonido inconfundible, seguro, redondo, lleno de claridad y sonoridad, y capaz de matices impensables. Se sentía a gusto tanto en el clasicismo como en el romanticismo, en el repertorio ruso, español y francés. Será sin duda recordado como uno de los mejores intérpretes de Frédéric Chopin. Liberó a las obras del compositor polaco del excesivo sentimentalismo y amaneramiento. Les dio fuerza, ritmo y una sutil sensibilidad.

En una entrevista comentaba Daniel Barenboim: “La forma de tocar de Rubinstein era tan natural que a uno le parece un juego de niños. Cuando alguien intenta alcanzar semejante claridad se da cuenta de cuán difícil es lo aparentemente fácil”. Al preguntarle el crítico Joachim Kaiser cómo genera ese inconfundible sonido, Rubinstein respondió: “Es muy fácil: piso el pedal izquierdo y toco un poco más fuerte”, lo cual era sin duda de una exageración en tono algo jocoso, puesto que las grabaciones en video de sus interpretaciones nos revelan que no abusaba de este pedal, como la frase nos puede inducir a creer.

FUENTE: ( http://es.wikipedia.org)

Pablo Neruda: Llenate de mi (Luigi María Corsanico)

                                         
                                                             Llenate de mi

" ALEXANDRE GUSTAVE EIFFEL" EL CREADOR DE LA TORRE INMORTAL



Nació en Dijon, el 15 de diciembre de 1832,
y murió el 27 de diciembre de 1923 a los 91 años,
en París.
Fue ingeniero civil y arquitecto francés, y se graduó
en la École Central des arts et manufactures de París..
.




  Adquirió renombre diseñando varios puentes para la red francesa de ferrocarriles, de los cuales es especialmente notable el viaducto de Garabit. Su fama actual se debe a su proyecto estrella, la mundialmente conocida Torre Eiffel, construida para la Exposición Universal de París de 1889.
Tras su retiro de la ingeniería, Eiffel se dedicó a investigar en la meteorología y la aerodinámica, haciendo importantes contribuciones en ambos campos. Diseñó el puente nova de Gaia, en Portugal sobre el río Duero entre Oporto y Vila Nova de Gaia, un puente colgante de 160 metros de longitud.
Otro puente maravilloso que construyó fue el puente María Pía, una vía rápida de ferrocarril, con dos arcos en cemento, y fue utilizado por 114 años, hasta la construcción del nuevo puente de nombre San Juan. Colaboró en la realización de muchas obras que aún se las puede observar en varios países como lo son Bolivia, Chile, Venezuela, Perú, Ecuador, México, España, Vietnám, Argentina y Nueva York.



 FUENTE: (unlatidodevida.blogspot.com.ar)

miércoles, 4 de febrero de 2015

Existencialismo

Existencialismo

Existencialismo es el nombre que se usa para designar a una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y se prolongó aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos existencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.

No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se caracterizan principalmente por sus reacciones contra la filosofía tradicional. Actualmente se consideran tres tipos de "escuelas" existencialistas: el existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico, y el existencialismo ateo.


Índice

1 Concepto
2 Historia
2.1 Desarrollo en el siglo XX
2.2 Tres escuelas de existencialismo
3 Pensadores (nómina acorde al orden alfabético)
3.1 Dostoyevski
3.2 Kierkegaard
3.3 Heidegger
3.4 Marcel
3.5 Ortega y Gasset
3.6 Sartre
4 Pensadores próximos
5 El existencialismo y el arte
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Concepto

Nunca ha habido un acuerdo general sobre la definición de existencialismo. El término a menudo es visto como una conveniencia histórica que fue inventada por primera vez para describir a muchos filósofos, en retrospectiva, mucho después de haber muerto. De hecho, aunque generalmente se considera que el existencialismo se originó con la obra de Kierkegaard, el primer filósofo prominente en adoptar el término para describir su propia filosofía fue Jean-Paul Sartre. Sartre propone la idea de que lo que "todos los existencialistas tienen en común es la doctrina fundamental de que la existencia precede a la esencia"1 lo que significa que la consideración más importante para las personas es el hecho de que son un ser consciente ("existencia") que actúa de forma independiente y responsable—en lugar de ser etiquetado con roles, estereotipos, definiciones, u otras categorías preconcebidas que se ajustan al individuo ("esencia"). La vida real de la persona es lo que constituye lo que podría llamarse su "verdadera esencia" en lugar de estar allí atribuido a una esencia arbitraria que otros utilicen para definirla.

Según el filósofo Steven Crowell, definir el existencialismo ha sido relativamente difícil, y argumenta que se comprende mejor como un enfoque general que se utiliza para rechazar ciertas filosofías sistemáticas, y no como una filosofía sistemática en sí.

Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano "la existencia precede a la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él.

En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a las moralinas y prejuicios; en esto al observador neófito puede resultarle contradictorio ya que la ética que busca el existencialismo es una ética universal, válida para todos los seres humanos, que muchas veces no coincide con los postulados de las diversas morales particulares de cada una de las culturas preexistentes.
Historia

Algunos consideran que el existencialismo en sí atraviesa a toda la historia de la humanidad (por ejemplo en la sumeria Epopeya de Gilgamesh se encuentran planteos llenos de angustia, esperanza, duelo, melancolía, anhelos de eternidad que luego reiterará siempre el existencialismo) ya que sus temas son los capitales de cada ser humano y de todo el conjunto de la humanidad.

El existencialismo tiene sus antecedentes en el siglo XIX en el pensamiento de Søren Kierkegaard y Friedrich Nietzsche. También, aunque menos directamente, en el pesimismo de Arthur Schopenhauer, así como en las novelas de Fiódor Dostoyevski. En el siglo XX, entre los filósofos más representativos del existencialismo se encuentran Martin Heidegger, Karl Jaspers, Jean-Paul Sartre, Miguel de Unamuno,2 Simone de Beauvoir y Albert Camus.3

Sin embargo, el existencialismo recién toma nombre en el siglo XX y particularmente tras las terriblemente traumáticas experiencias que vivió la humanidad durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Durante estos dos conflictos (que podrían ser calificados por una parte como casos extremos de la estupidez que puede tener la humanidad y por la otra -concordando con Hannah Arendt- como las formas en las que la violencia interhumana llega a su apogeo con una banalización del mal) surgieron los pensadores que en el a posteriori se preguntaron explícitamente "¿qué sentido tiene la vida?", "¿para o por qué existe el ser?", o "¿existe la libertad total?".
Desarrollo en el siglo XX

El existencialismo nace como una reacción frente a las tradiciones filosóficas imperantes, tales como el racionalismo o el empirismo, que buscan descubrir un orden legítimo dentro de la estructura del mundo observable, en donde se pueda obtener el significado universal de las cosas. En los años 1940 y 50, existencialistas franceses como Jean-Paul Sartre, Albert Camus y Simone de Beauvoir dieron a conocer escritos académicos y/o de ficción que popularizaron temas existenciales del tipo de la libertad, la nada, el absurdo, entre otros. Walter Kaufmann describió el existencialismo como "el rechazo a pertenecer a cualquier escuela de pensamiento, el repudiar la adecuación a cualquier cuerpo de creencias, y especialmente de sistemas, y una marcada insatisfacción hacia la filosofía tradicional, que se marca de superficial, académica y alejada de la vida".

Al existencialismo se le ha atribuido un carácter vivencial, ligado a los dilemas, estragos, contradicciones y estupidez humana. Esta corriente filosófica discute y propone soluciones a los problemas más propiamente inherentes a la condición humana, como el absurdo de vivir, la significancia e insignificancia del ser, el dilema en las guerras, el eterno tema del tiempo, la libertad, ya sea física o metafísica, la relación dios-hombre, el ateísmo, la naturaleza del hombre, la vida y la muerte. El existencialismo busca revelar lo que rodea al hombre, haciendo una descripción minuciosa del medio material y abstracto en el que se desenvuelve el individuo (existente), para que éste obtenga una comprensión propia y pueda dar sentido o encontrar una justificación a su existencia. Esta filosofía, a pesar de los ataques provenientes con mayor intensidad de la religiosidad cristiana del siglo XX, busca una justificación para la existencia humana. El existencialismo, de acuerdo a Jean-Paul Sartre, dice que en la naturaleza humana la existencia precede a la esencia (lo que para algunos es un ataque a dogmas religiosos), pensamiento iniciado por Aristóteles y proseguido en Sartre, quien indica que los seres humanos primero existimos y luego adquirimos esencia; es decir, sólo existimos y, mientras vivimos, vamos aprendiendo de los demás humanos que han inventado cosas abstractas; desde Dios hasta la existencia de una esencia humana previa, el humano, entiende Sartre, se libera en cuanto se realiza libremente y esa es su esencia, su esencia parte desde sí para-sí.
Tres escuelas de existencialismo

En términos de la existencia e importancia de Dios, hay tres escuelas de pensamiento existencialista: el existencialismo ateo (representado por Sartre), el existencialismo cristiano (Kierkegaard, Dostoievski, Unamuno o Gabriel Marcel) y el agnóstico (Camus, Heidegger). Esta última propone que la existencia o la inexistencia de Dios es una cuestión irrelevante para la existencia humana: Dios puede o no existir. Y el problema, tan sólo por tener una idea firme, no soluciona los problemas metafísicos del hombre.
Heidegger se distancia expresamente de Sartre en su Carta sobre el humanismo. Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista. Merleau-Ponty es gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con la fenomenología de Husserl. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente de existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel Marcel y Jacques Maritain son encuadrables en un "existencialismo cristiano" no tanto de línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista (filosofía de la existencia y personalismo).
Pensadores (nómina acorde al orden alfabético)
Dostoyevski
Artículo principal: Fiódor Dostoyevski

Uno de los antecedentes importantes del existencialismo es el novelista ruso Fiódor Dostoyevski. En muchas de sus llamadas “novelas de ideas”, Dostoyevski nos presenta imágenes de gente en situaciones extremas, en un mundo carente de valores y en el que esta gente tiene que decidir cómo actuar sin más guía que su propia conciencia. Tal vez una de sus obras más emblemáticas en este sentido sean las Memorias del subsuelo. Ahí, Dostoyevski es escéptico acerca del poder de la razón para guiarnos en la vida, su posición es de rebelión en contra del racionalismo.

En novelas como Crimen y castigo, Los endemoniados, Los hermanos Karamázov y El idiota. Algunos temas recurrentes en las obras de Dostoievski incluyen el suicidio, la destrucción de los valores familiares, el renacimiento espiritual a través del sufrimiento (siendo uno de los puntos capitales), el rechazo a Occidente y la afirmación de la ortodoxia rusa y el zarismo.4
Kierkegaard
Artículo principal: Søren Kierkegaard



El filósofo danés Søren Kierkegaard cuya influencia fue primordial para el desarrollo del existencialismo

El antecedente más importante del existencialismo fue el filósofo danés Søren Kierkegaard (1813-1855). Kierkegaard es considerado por muchos como el primer filósofo existencialista en la historia de la filosofía. De hecho, él inventó el término “existencialista” (aunque parece no haberlo usado para referirse a sí mismo). Hay tres rasgos que hacen que lo podamos considerar como un filósofo existencialista: 1) su individualismo moral; 2) su subjetivismo moral; 3) su idea de angustia.

En contra de la tradición filosófica, que sostiene que el bien ético más alto es el mismo para todos, Kierkegaard afirmaba que el bien más alto para el individuo es encontrar su propia vocación. Él decía: “Debo encontrar una verdad que sea verdadera para mí... la idea por la que pueda vivir o morir”. La idea que está detrás es que uno debe escoger su propio camino sin la ayuda de normas o criterios universales u objetivos. Se ha llamado a esta posición individualismo moral. En contra de la posición tradicional de que el juicio moral involucra (o debe involucrar) una norma objetiva de corrección o incorrección, Kierkegaard sostiene que no se puede encontrar una base objetiva o racional en las decisiones morales. La única base de una filosofía con significado es el “individuo existente” (“situado”, podríamos añadir); la filosofía no tiene que ver con una contemplación imparcial (objetiva) del mundo ni de descifrar la “verdad”. Para él, verdad y experiencia están ligadas y hay que abandonar la idea de que la filosofía es una especie de ciencia exacta y pura.

Posteriormente, los existencialistas seguirían a Kierkegaard al enfatizar la importancia de la acción individual al decidir sobre asuntos de moralidad y de verdad. La experiencia personal y actuar de acuerdo con convicciones propias es esencial para llegar a la verdad. El entendimiento que de una situación tiene el agente involucrado es superior al de un observador desinteresado. Los existencialistas pondrán énfasis en la perspectiva subjetiva (lo que permite que podamos llamarlos, en cierto sentido, subjetivistas). Esto hace que sean filósofos asistemáticos. Se oponen a la existencia de principios racionales, objetivos y universalmente válidos (como los que proponía Kant). En cierto sentido, los existencialistas, a partir de Kierkegaard, son “irracionalistas”: no porque nieguen el papel del pensamiento racional, sino porque creen que las cosas más importantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia.
Heidegger
Artículo principal: Martin Heidegger

El alemán Heidegger rechazó que su pensamiento fuera catalogado como existencialista. El equívoco provendría, según los estudiosos, de la lectura e interpretación del primer gran tratado del filósofo, "Ser y tiempo". En verdad, allí se plantea que el objetivo de la obra es la búsqueda del "sentido del ser" -olvidado por la filosofía desde sus inicios-, ya desde los primeros párrafos, lo cual con propiedad no permitiría entender el trabajo -como expresa el autor- como "existencialista"; pero Heidegger, luego de esa especie de anuncio programático entiende que es previa a la buscada ontología o dilucidación del ser, una "ontología fundamental" y al consagrarse a ella con método fenomenológico, se dedica a un análisis descriptivo pormenorizado y excluyente de la "existencia humana" o "Dasein", con una hondura y una originalidad, inéditas en la historia del pensamiento occidental, siguiendo el método fenomenológico de quien fuera su maestro: Edmund Husserl. Con posterioridad, el resto de su obra, que seguirá al primer tratado mencionado, publicado en 1927, se ocupará de otros asuntos en los que ya no se transparenta la temática "existencial". Esta aparente ruptura con el hilo conductor de su pensar primero, será un hiato en su discurso que el filósofo no aceptará nunca como tal... Pero muchos críticos la denominarán: "el segundo Heidegger" y da como toda respuesta filosófica final (literalmente) "el silencio".

La característica principal del existencialismo es la atención que presta a la existencia concreta, individual y única del hombre, por lo tanto, en el rechazo de la mera especulación abstracta y universal.

El tema central de su reflexión es precisamente la existencia del ser humano, en términos de estar fuera ( a saber, en el mundo), de vivencia, y en especial de pathos o en todo caso el temple de ánimo. En expresión de Heidegger: «el-ser-en-el-mundo».

Heidegger, en efecto, se caracteriza, según algunos, por su firme pesimismo:5 considera al ser humano como yecto (arrojado) en el mundo; el Dasein se encuentra arrojado a una existencia que le ha sido impuesta, abandonado a la angustia que le revela su mundanidad, el hecho de que puede ser en el mundo y que por consiguiente, ha de morir. Sartre, siguiendo a Heidegger, también dista de caracterizarse por un estilo y discurso optimistas; plantea, al igual que Heidegger, al ser humano no tan sólo como yecto, sino como pro-yecto: un proyecto en situación. No obstante, estas posturas no tienen que comprenderse necesariamente como pesimistas; para Sartre la angustia de un alma consciente de encontrarse condenada a ser libre, significa tener en cada instante de la vida, la absoluta responsabilidad de renovarse; y de este punto parte Gabriel Marcel para sustentar una perspectiva optimista, que le lleva a superar cualquier oposición entre el hombre y Dios, en contradicción con la concepción atea de Sartre.
Marcel
Artículo principal: Gabriel Marcel

Gabriel Marcel en su primer libro, Journal Metaphysique (Diario metafísico), abogaba por una filosofía de lo concreto que reconociera que la encarnación del sujeto en un cuerpo y la situación histórica del individuo condicionan en esencia,: «lo que se es en realidad», es -como Maritain- uno de los "existencialistas cristianos franceses".
Gabriel Marcel distinguió la que llamó "reflexión primaria", que tiene que ver con los objetos y las abstracciones. Esta reflexión alcanza su forma más elevada en la ciencia y la tecnología. La por Marcel llamada "reflexión secundaria" -usada por él como método- se ocupa de aquellos aspectos de la existencia humana, como el cuerpo y la situación de cada persona, en los que se participa de forma tan completa que el individuo no puede abstraerse de los mismos. La reflexión secundaria contempla los misterios y proporciona una especie de verdad (filosófica, moral y religiosa) que no puede ser verificada mediante procedimientos científicos, pero que es confirmada mientras ilumina la vida de cada uno. Marcel, a diferencia de otros existencialistas, hizo hincapié en la participación en una comunidad en vez de denunciar el ontológico aislamiento humano. No sólo expresó estas ideas en sus libros, sino también en sus obras de teatro, que presentaban situaciones complejas donde las personas se veían atrapadas y conducidas hacia la soledad y la desesperación, o bien establecían una relación satisfactoria con las demás personas y con Dios.
En cuanto a la familia, Marcel tras reflexionar en su experiencia de temprana muerte de su madre, afirmaba que la familia era una especie de símbolo de una realidad personal "mucho más rica y profunda donde el amor recíproco y la mutua donación son la base o fundamento" (es evidente que la teoría del mutuo don es inspirada a Gabriel marcel por la teoría antropológica de ese nombre propuesta por Marcel Mauss). En ese mundo, el niño ve un refugio de recuerdos felices donde vuelve cada vez que hace falta. En el caso de los que morían hacía notar al mismo tiempo su lejanía (ya no están) y su cercanía (la nostalgia).
Como se ha mencionado los textos suyos reflejan tanto sus estudios de filósofos y corrientes de pensamiento, —escrito eso sí a modo de diario— como sus experiencias personales. Así la segunda parte del "Diario de metafísica" trata de su experiencia de la guerra y evoca su idea de la trascendencia de la existencia encarnada por medio de un análisis fenomenológico propio.
Esta metodología fue desarrollada ulteriormente cuando oponía la «fenomenología del tener» a la «fenomenología del ser» que lo pone en las puertas de la metafísica.
Siendo Marcel defensor de los conservadores sublevados (franquistas) contra la República durante la Guerra Civil Española, fue que el anarquista Albert Camus polemizó con él en varias cartas públicas donde denunció las contradicciones éticas de su reflexión filosófica humanista. Aunque adscripto al existencialismo, Gabriel Marcel es uno de los menos existencialistas.
Ortega y Gasset
Artículo principal: José Ortega y Gasset

José Ortega y Gasset, influido, como su condiscípulo Heidegger, por el que fuera maestro de ambos: Husserl, resumió su filosofía en la tesis Yo soy yo y mi circunstancia; consideró que vida es la realidad radical, la relación entre el yo y las circunstancias, el ámbito en el que se hace presente todo, es el experimentar la realidad, un conjunto de vivencias (en alemán Erlebnisse), en las que cada uno se relaciona con el mundo; la intuición es la vivencia en la que está presente la evidencia y es sobre las evidencias que descansa nuestro conocimiento. "La vida es una actividad que se ejecuta hacia adelante, y el presente o el pasado se descubren después, en relación con ese futuro. La vida es futurización, es lo que aún no es”. Ortega y Gasset es junto a Miguel de Unamuno el máximo exponente del existencialismo en idioma español del siglo XX. Las teorías de Ortega y Gasset en cierto momento se hacen paralelas al existencialismo propiamente dicho, por ejemplo cuando considera una pantonomía del Universo.
Sartre
Artículo principal: Jean-Paul Sartre

Los detractores de Sartre le calificaron de «un filósofo decimonónico» a lo cual Sartre respondió (fines de los años 1970) «es cierto, porque lo de ahora no es verdadera filosofía», por otra parte Sartre definió concretamente a su existencialismo como un humanismo refutando a quienes le tacharon de nihilista.
Es prácticamente imposible resumir en pocas líneas al existencialismo sartreano porque está relacionado con otros ismos de su época y de todos los tiempos.
Durante la vida de Sartre éste fue especialmente atacado por quienes lo denostaban de ateo y materialista queriendo presentar a Sartre como un "amoral", sin embargo de todos los pensadores existencialistas es quizás el más moralista o, mejor dicho, el más eticista.

En el primer Sartre, como en el primer Heidegger, el ser humano es un ser para la nada, y por esto con una existencia absurda que debe vivir el momento, pero muy pronto hace una inversión copernicana en relación a los criterios que hasta entonces utilizaba la filosofía: en las cosas la esencia ni siquiera precede a la existencia, la "esencia de un objeto es su misma existencia" en cambio en el ser humano la existencia precede a la esencia, será el yo de cada humano con sus transcendencias6 el que le dará sentido a la existencia humana, por otra parte rechaza (en El ser y la nada) el nihilismo de Heidegger: la nada es algo "irrealizante": es la destrucción de lo ya dado para crear nuevas realidades, ante esto cada ser humano tiene un compromiso existencial con el prójimo y, aunque parezca contradictorio e incluso aporético, el compromiso existencial debe lograr la libertad de todos y cada uno de los seres humanos, de otro modo la existencia humana carece de sentido; en uno de sus apotegmas dice con aparente paradoja que "nunca se es más libre que cuando se está privado de la libertad" porque -si se tiene consciencia de la situación- es cuando se tiene consciencia de la -siempre con aparente paradoja- necesidad (o Ἀνάγκη) de la libertad, los seres humanos entiende Sartre son un ser en situación todavía en una Sociedad condicionada y arte sin embargo su destino es "de dioses" (es decir de ser libres; la frase de Sartre no debe ser tomada literalmente como un postulado metafísico), otro de los célebres apotegmas de Sartre es: "[los seres humanos] estamos condenados a la libertad"; los vaivenes del sartrismo resultan interesantes al encontrarse en ellos implícitas antinomias: la esencia del humano es la libertad pero (esto se observa en la Polémica Merleau-Ponty-Sartre) "el infierno es la mirada del otro" porque cuando el otro mira a cada otro que no es él (para decirlo más sencillamente: cuando una persona observa o considera a otra) lo objetiviza, lo objeta y lo tiende a hacer objeto.
En sus últimos años (y en esto puede hablarse de un segundo Sartre) tras que intentara un psicoanálisis existencial que negaba a lo inconsciente freudiano por ser de "cuño irracionalista alemán" y en lugar de lo inconsciente trataba de imponer la noción de mala fe ante la cual cada humano debía asumir su compromiso existencial, el mismo Sartre se dio cuenta, y lo reconoció en Sartre por él mismo y en el El existencialismo es un humanismo que se había equivocado al rechazar de plano a lo inconsciente (que Nietszche llamaba Das Es [Lo ello] y Freud como Schopenhauer Das Unbewußt), esta recapacitación le hizo decir a Sartre: «Como diría Lacan el humano es có$mico»7 (notar que acá Sartre usa el símbolo lacaniano para el sujeto escindido o sujeto clivado no sólo con el uso lacaniano sino probablemente también con una ironía al sugerir que el ser humano está dominado por el dinero) de este modo sin negar el compromiso existencial en pos de la libertad humana es que Sartre admitía como epílogo de su obra que no todo depende de la voluntad consciente de cada sujeto, aunque mantuvo que el esfuerzo humano en pos de la libertad es de todos modos posible.
Durante décadas (desde fines de los 1940 hasta inicios de los 1980) para la opinión pública el existencialismo era presentado casi exclusivamente como sartrismo.
Pensadores próximos

Otros destacados pensadores adscribibles al existencialismo, en mayor o menor grado, serían: Edith Stein, Lev Isaákovich Shestov (más conocido en español como León Chestov), Nicola Abbagnano, Nikolai Berdyaev, Albert Camus, Peter Wessel Zapffe, Karl Jaspers, Max Scheler, Simone de Beauvoir, Simone Weil, Abraham Alonzo, Paulo Freire y Emmanuel Mounier.

Hans Jonas afirma que la esencia del existencialismo es un dualismo encubierto; una separación profunda entre mundo y naturaleza, separación que genera en el hombre un desgarro cosmológico y existencial.8

El barcelonés Alfredo Rubio de Castarlenas propuso en 1980 el realismo existencial (22 Historias clínicas de realismo existencial, Ed. Edimurtra 1980), que propone la sorpresa de verse existiendo, pudiendo no haber existido, si cualquier cosa anterior a nosotros de las que incidieron en nuestro origen, hubiera sido distinta. Su visión abreva del existencialismo pero no se ancla en la angustia, sino en la "alegre desangustia de haber podido no ser".
El existencialismo y el arte

Algunos consideran que los conceptos desarrollados en la filosofía existencialista han sido fuertemente influidos por el arte. Novelas, obras de teatro, películas, cuentos y pinturas, sin que hayan sido catalogadas necesariamente como existencialistas, sugieren ser precursoras de sus postulados. He aquí algunos autores y obras representativas:

Las novelas, cuentos y relatos de Franz Kafka, como El Proceso, El Castillo, La metamorfosis; en las cuales los protagonistas se enfrentan a situaciones absurdas, carentes de explicación, aunque haya respuestas, a las que nunca tienen acceso.

Rainer Maria Rilke escribió poesía y novelas que influyeron directamente sobre los existencialistas. Su novela Los cuadernos de Malte Laurids Brigge influyó sobre La náusea de Sartre, y Heidegger escribió un largo ensayo sobre uno de sus poemas. Muchos de los motivos existencialistas se encuentran en Los cuadernos de Malte Laurids Brigge: la búsqueda de una existencia auténtica y el enfrentamiento con la muerte, entre otros.

La obra del escritor portugués, Fernando Pessoa, en particular: El marinero y El libro del desasosiego.

Obras de autores franceses como La náusea, de Sartre; La peste, de Camus; Viaje al fin de la noche, de Cèline; Para acabar con el juicio de Dios, de Antonin Artaud y la poesía y dramaturgia de Jean Genet.

Una de las novelas más conocidas de Hermann Hesse: El lobo estepario, plantea una situación en la que el protagonista, Harry Haller, se encuentra sumido en un profundo dilema sobre su identidad. Hay dos almas viviendo en su pecho: un lobo y un hombre, que representan la virtud y la humanidad, en contraste con la satisfacción salvaje de los instintos y una profunda misantropía. Las películas del cineasta sueco Ingmar Bergman, como El séptimo sello, Gritos y susurros y Fanny y Alexander, o las del ruso Andrey Tarkovsky en casi toda su obra (por ejemplo Solaris basada en el libro de Stanisław Lem usa como pretexto a la ciencia ficción para dar lugar a reflexiones existencialistas) o en El espejo y especialmente en su última obra: El sacrificio (o Sacrificio


FUENTE: ( http://es.wikipedia.org)

martes, 27 de enero de 2015

EL ATEISMO EN EL SIGLO XXI



ES MUY GRANDE LA ESCALADA DEL ATEISMO EN EL SIGLO XXI, EN EUROPA , AUN EN PAISES CON GRAN TRADICION RELIGIOSA COMO ESPAÑA.

A TAL PUNTO QUE EXISTE LA ASOCIACION MADRILEÑA DE ATEOS Y LIBRPENSADORES.







“ATEÍSMO EN EL SIGLO XXI”

Por: MANUEL RAMOS




Cabe preguntarse el por qué de la enorme proliferación del ateísmo en la sociedad occidental de este siglo XXI. Esta pérdida que nos ha llevado el abandono de las normas básicas sobre la ética y la moral, y que nos ha conducido sin remisión hacia el nihilismo donde todo vale y no existen consecuencias para nuestros actos.

Las dos razones principales desde mi punto de vista, son claras y diferenciadas, pero no menos importantes tanto histórica como culturalmente.


La primera, de carácter histórico debido al tiempo transcurrido, se debe a la religión católica, cuya “representante de Dios en la tierra” es el Papa de Roma y que ha trazado con sus bulas, concilios y actos, el destino de millones de creyentes a lo largo de los siglos.

En un principio, tras la crucifixión y posterior resurrección de Jesús, se marca la verdadera diferencia con las demás religiones, que no hacen más que marcar pautas o principios de conducta para llegar a un cielo prometido (llámese Walhalla para los Vikingos; Nirvana para los budistas; Yanna para los musulmanes…)

Sin embargo, el cristianismo a través de sus enseñanzas y complementados con los conocimientos adquiridos a través de la Alquinatura, nos permite un camino espiritual para equilibrar cuerpo, mente y espíritu, conociendo los principios del Tao que rigen el universo y acercándonos a una evolución del individuo respetando las leyes naturales.

Los comienzos del cristianismo, donde las comunas o comunidades eran la forma de transmitir los conocimientos, vivir en equidad y en paz con Dios, eran la forma ideal de transmitir primero, el mensaje de Jesús y más tarde, de organizar una sociedad donde la importancia del dinero, los egos, el sexo sin control o la guerra, hubiesen sido erradicados de raíz. Pero el hombre, que en su desequilibriose ha vuelto malo por naturaleza, tal vez ayudado o conducido por “algunas fuerzas oscuras”, nos llevaron a romper con la justicia espiritual y poner el hombre por encima de Dios. El hombre sin sentido…

Uno de los puntos más álgidos de esta involución fue cuando el emperador romano Constantino, asumió el cristianismo como religión oficial. La corrupción y la idolatría desvirtuaron el mensaje de Dios convirtiendo el cristianismo en catolicismo. A partir de aquí, todo valía para los intereses de los poderosos príncipes de la iglesia.





La Biblia en latín para que su mensaje no llegara al pueblo; obispos con palacios y amantes; cardenales con ejércitos que hacían la guerra en Europa para consolidar estados o reinos donde gobernar; las Cruzadas, el choque armado político-religioso más importante de la historia y que tuvo como origen no la conquista de Jerusalén y Tierra Santa, sino la pérdida por parte de los europeos de las rutas comerciales controladas por los musulmanes y que supuso dos siglos de contiendas y miles de muertes, violaciones y pobreza…




Más tarde, la iglesia católica fundó los tribunales de la Santa Inquisición, allá por el año 1184 en Langedoc, donde el papa Lucio III promulgó una bula para luchar contra los Cátaros y eliminar de raíz cualquier tipo de herejía. Se instauró así un poder oscuro y tenebroso donde auténticos sádicos y asesinos en nombre del altísimo, cometieron toda clase de fechorías y crímenes. Judíos, musulmanes, científicos, filósofos, librepensadores o cualquiera que obrase o pensase de forma diferente, podría ser torturado y ajusticiado. Sin contar las venganzas entre comerciantes, vecinos o adversarios que bajo el auspicio de la denuncia secreta, eliminaban a la competencia.




En España, la inquisición estuvo presente hasta el año 1821 y las cifras que se barajan en Europa sobre sus víctimas son escalofriantes:
-31914 quemados vivos.
-17659 quemados en efigie.
-291450 penitentes.

El total de víctimas de una manera u otra por parte del santo Oficio llegó a ser de 341021, si bien no se ha tenido acceso completo a todos los procesos inquisitoriales y podrían haber sido muchos más. En el año 2004, el papa Juan Pablo II en su infinita bondad, “pidió perdón por la dolorosa experiencia de la Inquisición…”



Otro hecho diametralmente opuesto a todos los principios de la Biblia que la iglesia ha incumplido para poder perpetuarse y convertirse en una Multinacional ha sido, que siempre ha estado del lado de los dictadores y tiranos que oprimían al pueblo, simbolizando un símil entre tirano e iglesia. Es imposible sentirse oprimido y seguir creyendo en la élite católica que gozaba de privilegios y pingues beneficios económicos mientras que los ciudadanos vivían en la pobreza o bajo la amenaza de las armas.





Sólo en el siglo XX, tenemos los casos de Videla en Argentina; Pinochet en Chile; Trujillo en República Dominicana… Hitler, Mussolini o Franco, que no son más que muestras de asesinos implacables apoyados con la mitra papal y cardenalicia.





El pastor que debería haber guiado a las ovejas se convirtió con el paso de los siglos, en un lobo sediento de poder y de sangre.


Como defensa de la iglesia católica tan sólo puedo decir que con el esfuerzo de misioneros y curas, llevaron la Biblia y su mensaje a todos los confines de la tierra (tal y como estaba escrito en las Sagradas Escrituras). Asimismo, han existido grandes personas en su seno, como el Padre Diamantino, San Agustín y otros tantos que nos han transmitido su legado.


El otro gran poder que ha influenciado sobremanera a la sociedad para circuncidar espiritualmente a los hombres, ha sido la televisión y los medios de comunicación.


Hablar de Dios hoy en día significa que te etiqueten de sectario o fundamentalista como poco y todo ello gracias al torrente de programas, debates, películas e informaciones sobre sectas que ha emitido la televisión.


Es curioso que se pueda hablar libremente de las imágenes de la Semana Santa, retransmitidas cada año por televisión; de las peregrinaciones a Santiago de Compostela, la Virgen de la Cabeza, Lourdes, Fátima o el Rocío sin que nadie sospeche de tu peligrosidad. Sin embargo, mencionar la Biblia o algún versículo, y erestachado de Testigo de Jehová o de secta satánica. Y si va unido al vegetarianismo o la Medicina Natural, la condena es total, auspiciada por los maratones matutinos donde los médicos hacen milagros en directo para un público necesitado de cualquier pseudofilosofía que le convenga y que no suponga ni sacrificios, ni compromisos, ni cambios en sus actos.





La televisión manipula y dirige a las personas y es una auténtica bestia de este sistema cruel y dictatorial que incluso perdido, intentará perpetuarse destruyéndonos a todos. El capitalismo, la nueva religión de este mundo y cuyos valores son el dinero, la inconsciencia y el “todovale”, acabarán arruinando el planeta y sus pobladores mediante una guerra nuclear o la contaminación total sin que hayamarcha atrás. No importa que todos muramos y que nuestros descendientes estén condenados con los virus fabricados por laboratorios farmacéuticos, la carne animal o los alimentos trasgénicos, lo importante es el mercado libre y acumular más dinero, aunque sea para disfrutarlo en la tumba…





La reflexión final que debemos hacer es simple: si el catolicismo y los medios de comunicación han acabado con Dios, debemos dar por hecho que no existe. Y si Dios no existe, ¿quién se beneficia de ello? La respuesta es fácil: aquel que controla este mundo: el demonio.


FUENTE: (http://msnecentral.blogspot.com.ar)

Ateísmo

 DEFINISION DE ATEISMO



El ateísmo es el rechazo a la creencia en la existencia de uno o más dioses.1 2 En sentido estricto, es la postura en la que no existe ningún dios.3 4 5 Por extensión, es la ausencia de creencia en que exista algún dios.4 5 6 7 Se opone al teísmo,8 9 que en su forma más general afirma la existencia de al menos una deidad.9 10


El término ateo etimológicamente deriva del latín athĕus y este del griego ἄθεος, que significa ‘sin dios(es)’, y fue empleado de forma peyorativa para referirse a quienes rechazaban a los dioses adorados por su sociedad.11 Con el surgimiento y la difusión del librepensamiento, el escepticismo científico y el subsecuente incremento de la crítica de la religión, disminuyó el alcance del término. Las primeras personas en identificarse a sí mismas con la palabra «ateo» vivieron en el siglo XVIII.12 Algunas religiones antiguas y modernas son denominadas ateas, ya que o no tienen el concepto de deidad o niegan la existencia de una deidad creadora, aunque aún veneran a otras entidades divinas.

Los argumentos a favor del ateísmo abarcan desde aspectos filosóficos a perspectivas sociales e históricas. Las razones para no creer en ninguna deidad sobrenatural incluyen la falta de evidencia empírica,13 14 el problema del mal, el argumento de las revelaciones inconsistentes, el rechazo a conceptos infalsables y el argumento de la no creencia, entre otros.13 15 Si bien algunos ateos han adoptado filosofías seculares,16 17 no existe una ideología o un sistema moral único a la que todos los ateos adhieran.18 Muchos de ellos sostienen que el ateísmo es una cosmovisión más parsimoniosa que el teísmo y que por tanto la carga de la prueba no recae en quien no cree en la existencia de dioses, sino que es el creyente quien debe justificar su teísmo.19

Dado que las nociones de ateísmo varían, determinar cuántos ateos existen en el globo es una tarea compleja.20 Según una estimación hecha en 2007, los ateos representaban el 2,3 % de la población mundial, además de un 11,9 % de no religiosos (ateos no incluidos).21 Una encuesta de WIN/GIA de 2012 preguntó «¿Independientemente de si asistes a un lugar de culto o no, dirías que eres una persona religiosa, no religiosa o un ateo convencido?». El 59 % de la población mundial se identificó como religiosa, un 23 % no religiosa y un 13 % se declaró atea convencida. Los ateos están concentrados principalmente en Asia Oriental, especialmente China (47 %) y Japón (31 %), y en Europa Occidental (en promedio 14 %), donde sobresale Francia (29 %). En comparación con el mismo estudio realizado en 2005, en siete años la religiosidad disminuyó nueve puntos porcentuales mientras que los ateos aumentaron tres en los países en común.22








Diagrama que muestra las relaciones entre las definiciones entre el ateísmo débil/fuerte e implícito/explícito.
Los ateos explícitos positivos/fuertes (en la derecha) afirman que «a lo menos existe una deidad» es una afirmación falsa.
Los ateos explícitos negativos/débiles (en la derecha) rechazan o rehúyen la creencia que existe alguna deidad, sin afirmar explícitamente que «a lo menos una deidad existe» es falso.
Los ateos implícitos negativos/débiles (en la izquierda) incluyen a personas que no creen en una deidad, pero no han rechazado conscientemente tal creencia: niños pequeños, personas que no han sido expuestas a ideas teístas y algunos agnósticos.

Los tamaños en el diagrama no indican los tamaños relativos dentro de una población.

No existe consenso sobre cuál es la mejor manera de definir y dividir al ateísmo.23 Entre los aspectos en disputa se encuentra la pregunta a qué entidades sobrenaturales se opone, si es una afirmación per se o solo la ausencia de ella y si requiere un rechazo explícito y deliberado o no. Se lo considera compatible con el agnosticismo,24 25 26 27 28 29 30 pero también diferente.31 32 33 Se ha propuesto una variedad de categorías para diferenciar sus diferentes formas.
Alcance

Parte de la ambigüedad y controversia existente en definir ateísmo surge de la dificultad de lograr un consenso en la definición de palabras como deidad o dios. La pluralidad extrema de diferentes concepciones de dios y deidad ha llevado a diferentes ideas respecto su aplicación. En la Antigüedad clásica, los romanos acusaron a los cristianos de ser ateos por no adorar a sus deidades paganas. De forma gradual y a medida que este uso disminuía, se empezó entender al teísmo como la creencia en cualquier divinidad, sea la propia o no.34

Con respecto al rango de los fenómenos rechazados, el ateísmo puede rechazar desde la existencia de las deidades, hasta la existencia de cualquier concepto espiritual, sobrenatural o trascendente, tales como aquellos del budismo, hinduismo, jainismo y taoísmo.35
Implícito vs. explícito

Las definiciones de ateísmo varían según el grado de reflexión que una persona debe tener respecto a los dioses para ser considerada atea. Algunas definiciones incluyen a la simple ausencia de creencia en que algún dios exista. Esta definición extensa incluiría a los recién nacidos y aquellas personas que no han sido expuestas a ideas teístas. Ya en 1772, Baron d'Holbach dijo que «Todos los niños nacen ateos; no tienen ni idea de Dios».36 Similarmente, George H. Smith (1979) sugirió que: «El hombre que no conoce al teísmo es un ateo porque no cree en un dios. Esta categoría también incluiría al niño que tiene la capacidad conceptual para aprehender los problemas implicados, pero que aún no es consciente de ellos. El hecho de que este niño no crea en un dios lo califica como ateo».37 Smith acuñó el término ateísmo implícito para referir a «la ausencia de creencia teísta sin un rechazo consciente» y ateísmo explícito para la definición más común de la incredulidad consciente. Ernest Nagel contradice la definición de Smith como simple «ausencia de teísmo», reconociendo solo el ateísmo explícito como el verdadero «ateísmo».38
Positivo vs. negativo

Filósofos como Antony Flew39 y Michael Martin34 han diferenciado el ateísmo positivo (fuerte) con el ateísmo negativo (débil). El ateísmo positivo es la afirmación consciente que los dioses no existen. El ateísmo negativo incluye todas las otras formas del no-teísmo. De acuerdo a esta clasificación, quienquiera que no sea teísta es un ateo negativo o positivo. Los términos fuerte y débil son relativamente recientes, mientras que los términos positivo y negativo tienen un origen anterior y se han usado (de maneras ligeramente diferentes) en la literatura filosófica39 y en apologéticas católicas.40 Bajo esta división del ateísmo, la mayoría de los agnósticos serían ateos negativos.

Mientras que hay quienes afirman, como Michael Martin, que el agnosticismo implica un ateísmo negativo,27 varios agnósticos consideran que su postura es distinta al ateísmo,41 42 pues pueden considerar a este último no más justificado que el teísmo o que requiere de igual convicción.41 La declaración que el conocimiento, ya sea a favor o en contra, de la existencia de los dioses es inalcanzable, se entiende a veces con la implicación que el ateísmo también requiere un salto de fe.43 44 Las respuestas comunes incluyen que las proposiciones religiosas no demostradas merecen tanta incredulidad como todas las proposiciones sin pruebas45 y que la improbabilidad de la existencia divina no implica que la posibilidad contraria tenga la misma probabilidad de ser cierta.46 El filósofo escocés J. J. C. Smart argumentó que «en ocasiones una persona auténticamente atea puede describirse a sí misma, incluso apasionadamente, como agnóstica debido a la generalización irracional del escepticismo filosófico que nos prohíbe decir que sabemos algo sobre cualquier cosa, a excepción quizás de las verdades de las matemáticas y la lógica formal».47 Para algunos ateos, como el filósofo Fernando Savater, el agnosticismo es una forma cobarde e inconsecuente de ateísmo.48 Por consiguiente, algunos autores ateos como Richard Dawkins prefieren diferenciar a las posturas teístas, ateas y agnósticas de acuerdo a su posición dentro de un espectro de probabilidad teísta, es decir, la probabilidad de verdad que cada quien asigna a la afirmación «Dios existe».49 En lo personal se declara «agnóstico en la misma medida en que lo soy respecto de las hadas en el fondo del jardín».50
Definición como imposible o transitorio

Anterior al siglo XVIII, la existencia de Dios se aceptaba tan universalmente en el mundo occidental que incluso se cuestionaba la posibilidad del ateísmo auténtico. Bajo el contexto del innatismo teísta, la idea de que todas las personas creen en Dios desde el nacimiento, estaba la connotación de que los ateos simplemente eran teístas en negación.51

Además existe la creencia de que los ateos rápidamente creen en Dios en momentos de crisis, se convierten in artículo mortis (justo antes de morir) o que «no hay ateos en las trincheras».52 Sin embargo, han existido contraejemplos, entre ellos casos de ateos literalmente en las trincheras.53

Incluso se ha cuestionado la necesidad de la palabra ateísmo:


De hecho, «ateísmo» es un término que no debería existir. Absolutamente nadie necesita identificarse a sí mismo como un «no-astrólogo» o «no-alquimista». No tenemos palabras para las personas que dudan que Elvis aún vive o que los alienígenas han cruzado la galaxia solo para molestar granjeros y sus ganados. El ateísmo no es nada más que los ruidos que las personas sensatas manifiestan en la presencia de creencias religiosas injustificadas.54


Carta a una nación cristiana, Sam Harris
Conceptos



Paul Henri Thiry, Baron d'Holbach, un defensor del ateísmo del siglo XVIII.


La fuente de la desdicha del hombre es la ignorancia de la naturaleza. La pertinacia con que se aferra a opiniones ciegas imbuidas en su infancia, las que se entretejen con su propia existencia, el consecuente prejuicio que deforma su mente, que previene su expansión, que lo somete a la esclavitud de la ficción, surge para condenarlo al error incesante.55
Système de la Nature

La clasificación más amplia del fundamento ateo es su división entre ateísmo práctico y teórico.
Ateísmo práctico

Los ateos prácticos o pragmáticos viven como si no existieran dioses y explican los fenómenos naturales sin necesidad de referencias divinas. No niegan explícitamente la existencia de los dioses, pero pueden considerarla innecesaria o inútil; de acuerdo a esta postura, estos tampoco proveen sentido a la vida, ni influencian la vida cotidiana.56 57 Una forma de ateísmo práctico con implicaciones para la comunidad científica es el naturalismo metodológico: la «tácita adopción o suposición del naturalismo filosófico dentro del método científico con o sin la plena aceptación o creencia en ella».58

El ateísmo pragmático puede tomar diversas formas:
Ausencia de motivación religiosa: la creencia en dioses no impele la acción moral, religiosa o cualquier otro tipo de actuar.
La exclusión activa de los problemas divinos y religiosos de la búsqueda intelectual y acción práctica.
Indiferencia: la ausencia de interés en los problemas divinos y religiosos.
Desconocimiento del concepto de deidad.56
Ateísmo teórico
Argumentos ontológicos

El ateísmo teórico explícitamente plantea argumentos contra la existencia de dioses y refuta los argumentos teístas comunes, tales como el argumento del diseño o la apuesta de Pascal. Es principalmente una ontología, concretamente una ontología física.
Véanse también: Ateísmo agnóstico, No-cognitivismo teológico y Apuesta de Smith.
Argumentos epistemológicos

El ateísmo epistemológico sostiene que las personas no pueden conocer a Dios o determinar su existencia. Se fundamenta en el agnosticismo, que toma una variedad de formas. En la filosofía de la inmanencia, la divinidad es una entidad inseparable del mundo, que incluye a la mente propia, y cada conciencia individual está contenida en el sujeto. De acuerdo a esta forma de agnosticismo, la limitación en la perspectiva humana previene cualquier inferencia objetiva desde la creencia en un dios a la afirmación de su existencia independiente del creyente. El agnosticismo racionalista de Immanuel Kant y los pensadores de la Ilustración solo aceptan el conocimiento deducido a través del razón humana; esta forma de ateísmo afirma que los dioses no son identificables por medio alguno, por lo que su existencia jamás podrá llegarse a conocer. El escepticismo, basado en la ideas de David Hume, afirma que la certeza sobre cualquier asunto es imposible, por lo que nunca nadie podrá saber de forma segura si un dios existe o no. Hume, no obstante, sostuvo que tales conceptos metafísicos imperceptibles deben rechazarse como un «sofismo y una ilusión».59 Existe debate respecto si el agnosticismo debiera clasificarse dentro del ateísmo, ya que también puede considerarse como una cosmovisión independiente y fundamental.56

Otros planteamientos ateos pueden clasificarse como epistemológicos u ontológicos, como el positivismo lógico y el ignosticismo, que afirma que términos elementales tales como «Dios» y frases como «Dios es todopoderoso» carecen de significado o inteligibilidad. El no-cognitivismo teológico sostiene que la afirmación «Dios existe» no expresa una proposición, sino una frase sin sentido o cognitivamente vacía. De manera similar, existe debate si tal postura puede clasificarse como una forma de ateísmo o agnosticismo. Los filósofos A. J. Ayer y Theodore M. Drange rechazan ambas categorías, declarando que ambas corrientes aceptan que «Dios existe» es una proposición, por lo que separan al no-cognotivismo en una categoría propia.



FUENTE: (http://es.wikipedia.org)


domingo, 18 de enero de 2015

Feminismo



Feminismo es, según Celia Amorós, la lucha por la igualdad de las mujeres y los varones en tanto que seres genéricamente humanos, que se articula sobre el eje de las vindicaciones de mujeres que piden, para sí, lo que se ha definido como genéricamente humano.
En la medida en que nociones como individuo, ciudadano, se han definido por los varones como genéricamente humano, se dice que las mujeres piden la igualdad con lo genéricamente masculino. Pero esto no debe confundirse con pedir lo identitariamente masculino. Nancy Cott define feminismo: "creencia en la importancia de la igualdad de género, invalidando la idea de jerarquía de género como concepto construido por la sociedad".4

El feminismo es una teoría crítica, cuyo origen teórico está en la Ilustración, lo que no significa que la Ilustración fuese en sí feminista sino que se configura como un proyecto emancipatorio, en torno a las ideas de autonomía, igualdad. En palabras de Amelia Valcárcel, el feminismo es un hijo no querido de la Ilustración5

Como movimiento de transformación de la sociedad, tiene una vocación de influencia sobre la forma en la que se conceptualiza la realidad y en el discurso científico. A medida que el movimiento feminista adquiere relevancia en el mundo académico, se va generando un cuerpo teórico independiente con herramientas conceptuales propias.6

En su consideración de movimiento social, el feminismo se conceptúa como un proceso, una sucesión de etapas o fases, también llamadas "olas". Es importante tener en cuenta que la cronología del feminismo estadounidense no coincide con la de los estudios feministas europeos, entre los que destacan los que se realizan en idioma español.

En cada fase u "ola" se han desarrollado ideas y conceptos, teorías, estrategias, acciones, corrientes muy diversas, así como una teoría feminista que ha dado lugar a la aparición de disciplinas como, por ejemplo, la geografía feminista, la historia feminista o los estudios de género. El feminismo es un movimiento de transformación de las relaciones de poder entre varones y mujeres,6 para ello, realiza una crítica en términos feministas de la sociedad, crítica que entra en conflicto directo con esta visión androcéntrica, a la que debe atacar para conseguir sus objetivos.

Además están las modalidades de feminismo, entre otras: el feminismo cultural, el feminismo liberal, el feminismo radical, el ecofeminismo, el anarcofeminismo, el feminismo de la diferencia, el feminismo de la igualdad, el feminismo marxista, el feminismo separatista, el feminismo filosófico, el feminismo islámico, el feminismo lésbico y el transfeminismo. Todo ello hace que se hable de "feminismos" (en plural) y no de un solo "feminismo". En esta línea, se define feminismo como el conjunto heterogéneo7 de ideologías y de movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de derechos entre varones y mujeres.

Por su parte, el Diccionario de la lengua española define feminismo como 'doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los varones'. En su segunda acepción, es el movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los varones.

Gracias a la influencia del movimiento feminista, las mujeres lograron el acceso a la educación, el ejercicio del derecho al sufragio activo y pasivo, la protección de sus derechos sexuales y reproductivos, entre muchos otros que configuran la noción de ciudadanía en la democracia.



FUENTE:: (http://es.wikipedia.org/wiki/Feminismo)