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jueves, 5 de marzo de 2015

El impacto de las redes sociales en el siglo XXI



El impacto de las redes sociales en las personas –entendidas como los vínculos sociales que mantenemos con nuestro entorno- resultan muy interesantes desde un punto de vista sociológico y antropológico porque brindan una idea de la enorme potencialidad que tienen en los procesos de transformación de la sociedad actual y en las organizaciones del siglo XXI.


La finalidad de las Redes Sociales es: compartir un perfil, formar parte de una red de amigos, encontrar nuevos o buscar antiguos, incluso nos sirve para buscar trabajo, darnos a conocer, hacer negocios, o simplemente compartir aficiones, fotos y videos.

Participar en una Red Social permite compartir intereses o necesidades. Pudiendo decidir cuáles nos gustan más o se adaptan a nosotros. En la actualidad, el facebook, twitter, metroflog, sónico, my space, hi5, Bebo, pueden influir netamente en la sociedad ya que pueden forzar cambios profundos en el liderazgo, hundir reputaciones, generar notoriedad, reconocimiento, aprecio, empatía o meramente conocimiento sobre la vida de las personas.

Y es que con hechos más que palabras, las redes sociales tienen la capacidad de hacer que superemos la individualidad y nos enfoquemos en la colectividad de una sociedad habida de información cada vez más actual, versátil y fuera de distingos, además de utilizarlas para conseguir fines que seríamos incapaces de lograr por nosotros mismos.

Lo maravilloso de la red social en internet es la fortaleza que genera que el perfil público del usuario no depende únicamente de los contactos que tenga, pues más bien se genera un enlace entrelazado entre los contactos del usuario, los conocidos de sus amigos, los amigos de sus conocidos, etc, etc.

Aún dado a que la temporabilidad, espacio, economía, no merman el uso de este espacio, y aunque se podría tachar de “ociosidad” no se puede negar o desconocer que una red social tiene sus valores positivos, los cuales se ven a simple vista.

Pero, valdría la pena pregúntese qué grado ocupa dentro de su vida cotidiana el echarle un vistazo o pasarse un buen rato disfrutando de su perfil o el de los demás. Si daña su privacidad, su tiempo, si lo distrae de sus ocupaciones o simplemente sacia su curiosidad. Y de lo profundos o efímeros que son sus vínculos, a través de los que discurrirán “flujos” (es decir, modas, enfermedades, presiones, emociones, ideas, dinero, pensamientos…) Y si en el espacio social de un amigo usted ve que engorda (o es feliz o entristece o enferma o deja de fumar…) es posible que otras personas también lo hagan o que les llame la atención tal situación.

Según el investigador Christakis y Fowler, esto es por el poder de influencia -los actos y opiniones- que se propagan hasta seis grados de separación, lo cual facilita que el alcance de decisiones, puntos de vista y acciones sea extraordinario.

Por ejemplo, si una persona es feliz y sonríes, hará que la persona que tiene enfrente también sonría y se sienta feliz, lo que puede hacer que su amigo también se relaje, disfrute y sonría, haciendo que su conocido o su amigo también sea un poco más feliz (un ejemplo muy sencillo que podemos trasladarlo a otras situaciones).

El estudio de estas redes sociales -que, aunque similar, no es lo mismo que el análisis de individuos o de grupos- no podrá predecir o explicar el comportamiento organizacional, pero sí podrá añadir información a tener en cuenta a la hora de gestionar acciones laborales.

Otro ejemplo es que en el trabajo es muy típico que cuando entra el jefe en la oficina, es ya un acto reflejo común apresurarse a cerrar el Facebook y abrir cualquier ventana que sirva para crear la apariencia de que se está trabajando, pese a ello en empresas del Reino Unido se descubrió recientemente que los gerentes pueden utilizar esta herramienta tecnológica para mantener vigilados a sus empleados y saber su estado anímico mientras se encuentran en su puesto laboral.

El responsable o gerente de “Chatter” una empresa multimillonaria del Reino Unido, reveló a un estudio realizado en días pasados lo siguiente: “Puedo averiguar el estado emocional o mental de alguno de mis empleados, gracias a su estatus y él también puede saber qué estoy haciendo yo. Todo el mundo puede comentar, todo el mundo puede participar. A veces, la gente sabe algo que tú no esperas”.

Recordemos que esta empresa, dedicada a la venta de productos para Blackberry, es una de las 20.000 que usan la plataforma Chatter (un programa similiar a facebook pero entre los empleados), que ayuda a los empleados a trabajar juntos. Pues varios ejecutivos británicos coinciden en que la bondad de un medio social electrónico consiste en la transparencia que aporta, a diferencia del correo electrónico que tiende a ser muy privado, no útil para compartir información.

Y ahí entra la segunda fortaleza de la red social, la aportación de ideas a la comunidad, puesto que dan voz y voto a los usuarios o a los trabajadores creativos que tienen una idea en la mente y que no cuentan con la herramienta oficial en internet para divulgarla.

Y es que, de acuerdo con una reciente investigación de Google, hay muchos trabajadores que de hecho se sienten ignorados. De 3.500 encuestados, el 58% dijo que aportaría más ideas si sintiera que van a ser recompensadas. Sólo el 12% se mostró conforme con la tecnología destinada a la colaboración en su puesto de trabajo. Así que la cuestión es: ¿qué tipo de herramienta podría servir para cooperar de forma más creativa en internet?, ¿pueden las redes sociales hacerlo o es necesario algo más profundo y serio?

Quizá la respuesta sería sí, porque a diferencia de cualquier herramienta de internet, las redes sociales poseen vivacidad y frescura. Esto evitaría, que muchas de las ideas que no ocurren en los espacios asignados para que se desarrollen sean coartadas por no contar con el enlace masivo para que individuos contribuyan de forma consistente a la actividad laboral, intelectual y económica de la sociedad mexicana.

Las preguntas que los usuarios a estas redes sociales deben plantearse para medir el nivel de fanatismo o interés en estas herramientas serían:
“Somos nosotros quienes damos forma a nuestra red”. Decidimos a cuántas personas estamos conectados, modificamos la forma en que nuestros amigos están conectados y controlamos en qué lugar de la red nos encontramos ¿Somos el líder, el rey de la fiesta, o el que se queda sentado solo y en un rincón?.
“Nuestra red nos da forma a nosotros”. La vida de una persona que no tiene amigos es totalmente diferente de la de otra que tiene muchos. La calidad de la red no sólo depende de tu número de contactos. Que tus contactos sean contactos de tu contactos fortelece mucho tu posición dentro de la comunidad.
“Nuestros amigos nos influyen”. No sólo importa la forma de la red que nos rodea, sino que es crucial “lo que fluye” por las conexiones.
“Los amigos de los amigos de nuestros amigos también nos influyen”. Los humanos tenemos tendencia a imitarnos. No sólo copiamos a nuestros amigos, sino a los amigos de nuestros amigos e, incluso, a los amigos, de los amigos de nuestros amigos.
“La red tiene vida propia”. Una estampida, un atasco o la ola humana que recorre un estadio de fútbol son ejemplos muy básicos de cómo las redes tienen propiedades que sus miembros ni controlan ni tan siquiera perciben.

Recientemente una publicación de KNXDT arrojo que las Redes con mayor impacto en América es Hi5, Facebook y My Space, en Asía, en el pacífico Friedster y Cyworld y en Europa con 40 millones de usuarios Bebo. Finalmente, no importa los resultados que los estudios revelen, pues el impacto de estas herramientas puede ser positivo o negativo, dependiendo las intenciones que tiene el usuario para usarlas, lo que no podemos negar es que han abatido el rechazo y la marginación que sufrían diferentes grupos y que las utilizan como “tabla de salvación”.

Pues este tipo de redes son utilizadas por todo tipo de personas: directores de cine, artistas, políticos, músicos, empresarios, estudiantes para promocionar, vender su imagen o simplemente para estar en contacto con sus amigos, sin importar clase social, política, económica, racial o religiosa.

FUENTE: (http://blog.medialabla.com)

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