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martes, 28 de agosto de 2018

Carrera espacial hacia el Oscar


Un día en el rodaje de ‘El primer hombre’ sobre el viaje a la Luna de Neil Armstrong
La película, que abre el festival de Venecia, supone la vuelta del director de ‘La La Land’



“Perdona que no me pare a hablar pero hoy rodamos el aterrizaje en la Luna. Y no es que quiera ponerme dramático pero como la líe reescribo la historia. Es un gran día para la humanidad pero terrible para mí”. Con esta disculpa recibió Ryan Gosling a EL PAÍS durante el rodaje de su nueva película, First Man (El primer hombre), que mañana abre la competición de la 75ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia. La cosa es seria: el filme, dirigido por Damien Chazelle, es uno de los estrenos más esperados del año y supone su vuelta tras el triunfo de La La Land, que obtuvo seis oscars en 2017, incluido el de mejor dirección (Chazelle fue el cineasta más joven de la historia en ganarlo). La película está basada en la novela homónima de James Hansen donde se cuenta la llegada del hombre a la Luna a través de los ojos de quien dio ese gran paso para la humanidad: Neil Armstrong. “Me interesa la psicología que acompaña un viaje como este, que mete a tres hombres en un ataúd aéreo, en una lata de sardinas situada en lo alto de un misil, rumbo a lo desconocido”, explicará después Chazelle, de 33 años, que ha querido convertir su proyecto en una experiencia que “haga sentir cómo se sintió la primera persona que llegó a la Luna”.


El director fue escogido por los productores Wyck Godfrey y Marty Bowen para El primer hombre antes del éxito del musical La La Land. “Ahora parece obvio, pero elegimos a Damien no por ser el mejor sino por ser capaz de meterse en la mente de aquellos con una gran pasión, por la música, por la interpretación, por el espacio”, recuerda a este diario Isaac Klausner, productor ejecutivo.

El espacio no era tan importante para Gosling cuando en 2014 se reunió por primera vez con Chazelle para hablar deEl primer hombre. “Lo que le interesaba entonces era el proyecto de La La Land”, recuerda el cineasta, que acabó contratando al actor para el papel protagonista del músico de jazz en ese filme. “Me atrajo el hecho de que todo el mundo sabe quién es Neil Armstrong pero si lo piensas nadie sabe nada de él”, dice ahora el intérprete. Esa también fue la razón por la que Chazelle quiso trabajar con Gosling. Esa y que tras La La Land se convirtieron en uña y carne. “Sabe lo que es estar en la luz pública pero mantener el misterio, preservar su intimidad. Es un trabajador incansable. Porque esta está siendo una película dura de sacar adelante”, reconoce el realizador.

Solo había que ver al joven director, despeinado y con visibles muestras de estrés, durante el rodaje. “Por fin tiene una asistente personal cuya mayor preocupación es recordarle que coma”, explica Mary Zophres, encargada de vestuario. Como el resto de los miembros de la troupe Chazelle, Zophres está tan preocupada por lo delgado que está el director como por el rigor histórico de su trabajo.

“Lo que me gusta de Damien es esa combinación de ambición y preparación”, añade Gosling. Chazelle siempre porta un cuaderno, que es como su biblia, lleno de todas las referencias visuales sobre el proyecto que ha conseguido de la NASA o incluso de los propios astronautas y sus familias. Como recuerda Nathan Crowley, su diseñador de producción, Chazelle lo quiere todo en cámara, táctil, un plató práctico sin apenas efectos especiales donde sus actores vean y sientan “la claustrofobia, la suciedad y la sensación de peligro” que vivieron Neil Armstrong y sus compañeros Michael Collins y Buzz Aldrin durante el viaje del Apolo 11 rumbo a la luna en julio de 1969.

La oscuridad de los estudios Tyler Perry, en Atlanta, la ilumina esa gigantesca pantalla circular de LED en la que el Sol, la Luna y la Tierra se van turnando en torno al módulo lunar. La velocidad de las imágenes es real. “Si hubiéramos podido ir a la Luna lo habría hecho, pero no estaba en el presupuesto”, bromea el realizador. Pese a esa restricción, la producción asciende a 70 millones de dólares (60 millones de euros), la más cara que ha dirigido hasta la fecha. El primer hombre es la cuarta película que dirige —tras Guy and Madeline on Park Bench (2009), Whiplash (2014) y La La Land (2016)— y la primera que no tiene el mundo del jazz, o la música en general, como telón de fondo. “No tiene nada que ver con lo que ha hecho hasta ahora. Es una película muy distinta de La La Land”, avisó el director de La Mostra de Venecia, Alberto Barbera.

Dentro de la nave, Gosling, Lukas Haas y Corey Stoll están hacinados con sus trajes esperando la señal. “Seguro que es más cómodo que la verdadera nave pero aún así nos tiramos horas metidos aquí con nuestros trajes porque con lo que lleva meter las cámaras y estar operativo mejor quedarse”, explica Stoll [que interpreta a Buzz Aldrin]. El rodaje se prolongó durante 58 días y se realizó entre Atlanta y las bases espaciales de Houston y Edwards. Su estreno comercial en España será el 11 de octubre.

Como detalla Haas [Collins en la ficción] los trajes son pesados y están conectados no solo al aire sino a un circuito para refrescar al actor. Además, cuentan con un sistema de intercomunicación que les permite escuchar al director, al resto de los actores “o al asistente personal si algo no funciona”. “Una experiencia única”, sentencia Haas.

Antes de decir “acción” por el micrófono y que el módulo comience a agitarse en la plataforma hidráulica, Chazelle se acerca a sus actores. Van a ver la Luna por primera vez. “Busco [en los actores] una reacción visceral, menos alegría incrédula y más extrañeza, temor, que se sientan intimidados por lo que puede ser su cementerio”, explica el realizador.

Es también el sentimiento que quiere provocar en su público. Chazelle no cuenta historias de triunfo sino de obsesión. “Es el relato de alguien que fue a explorar el espacio y descubrió la Tierra”, resume Gosling, concentrado en recrear sin errores históricos aquel gran paso para la humanidad que podría serlo también para su trayectoria. Y para la de Chazelle. Su particular carrera espacial hacia los Oscar comienza mañana en Venecia. La última vez, abrir La Mostra con La La Land, le dio suerte en los premios de Hollywood.

FUENTE: (https://elpais.com/cultura)

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