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miércoles, 20 de agosto de 2014

Las letras argentinas con fuerte presencia en Brasil





Tras la participación argentina en la XII edición de la Festa Literaria de Paraty (FLIP) en Brasil, la literatura local continúa pisando fuerte en tierras brasileñas con importante presencia de escritores, libros e historias en la próxima Bienal del Libro de San Pablo y en "Territorios de Cortázar", un seminario en homenaje al escritor argentino en Brasilia que se desarrollará a principio de octubre.





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Luego de que casi 280 mil de hinchas alentaran a la selección nacional de fútbol durante el Mundial, llega ahora la presencia de la literatura argentina en los principales eventos del calendario literario de Brasil, según informó nuestra Embajada en ese país.

"La riqueza y la diversidad de nuestra literatura habla de nuestra identidad. Por eso queremos estar presentes en todas las Ferias de Libros de Brasil, llevando nuestros libros, nuestro pensamiento y nuestros autores", dijo el embajador argentino en ese país, Luis María Kreckler, quien subrayó la participación local en la FLIP, en Paraty, la colonial y bella ciudad a cuatro horas de Río de Janeiro.

Es que este año, a finales de julio, estuvieron allí los escritores argentinos Damián Tabarovsky y Leopoldo Brizuela que hablaron sobre la actualidad del escenario literario argentino y su relación con Brasil; y la periodista y escritora Graciela Mochkofsky, que disertó sobre las narrativas del poder.

Luego de esta exitosa presencia, las letras argentinas estarán en diversas formas en agosto en la Bienal del Libro de San Pablo mientras que, en octubre, Brasilia le rendirá su homenaje a Julio Cortázar y finalmente, en noviembre, la joven literatura argentina llegará a Belo Horizonte.


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La 23°Bienal del Libro de San Pablo -que se desarrollará del 22 al 31 de agosto en un espacio de 60 mil metros cuadrados y que reúne a las principales editoriales, librerías y distribuidoras de Brasil- recibe anualmente cerca de 800 mil visitantes y es la plataforma de los más importantes lanzamientos editoriales.

Al Pabellón de Exposiciones del Anhembi llegará el escritor Pablo De Santis, autor de novelas como "El enigma de París" y "La sexta lámpara", quien estará conversando con su par brasileño Raphael Montes, una de las promesas literarias de su país, sobre la literatura negra en la mesa "Narrativas del asalto: lo universal en el nuevo género policial" el próximo 24 de agosto a las 14.

Otra de las que arribará a San Pablo es Elsa Osorio, quien acaba de reeditar en Argentina "A veinte años, Luz", obra finalista del Premio Fémina en Francia y ganadora del Premio Amnesty International.


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La autora participará, el 26 de agosto, junto a José Eduardo Agualusa, de Angola, y Socorro Acioli, de Brasil, de la conferencia llamada "Tertulia literaria: homenaje a Borges, García Márquez y Cortazar".

También, en el marco de la Bienal, se presentará el Programa SUR de apoyo a las traducciones a editores y responsables de nuevos proyectos editoriales.

"El Programa SUR es una política de Estado. Por eso no vamos a descansar hasta que Brasil sea el país que más libros de autores argentinos publique", sostuvo el diplomático, quien definió este evento multitudinario como un espacio para "generar diálogos entre autores argentinos y de otras nacionalidades".

En el año del centenario de su nacimiento, Brasil no es ajeno al reconocimiento mundial de uno de los escritores más importantes de la literatura latinoamericana del siglo XX. "Territorios de Cortázar", es el nombre del seminario internacional en homenaje al autor de "Rayuela", que será el 7 y 8 de octubre en Brasilia y contará con la voz de académicos y especialistas en la obra cortazariana de ambos países.

Organizado por la Embajada de Argentina en Brasil, la Universidad de Brasilia (UnB) y el Gobierno de Brasilia (GDF), este evento académico tendrá el análisis de profesores de las universidades nacionales de La Plata, Buenos Aires, Mendoza, de las Federales de Río de Janeiro, Porto Alegre y de Brasilia, quienes debatirán en torno a los cuentos, las novelas y la poesía de Cortázar.

"Además, hemos organizado un ciclo de cine que resalta la profunda relación entre su obra y el séptimo arte", explicó el embajador, que informó que se editará un libro bilingüe con la recopilación de todas las ponencias del seminario binacional.

Finalmente, para noviembre en Belo Horizonte donde se realiza la convocante y dinámica feria del Sindicato de Escritores de Libros de Brasil (SNEL), se esperan las nuevas voces de escritores argentinos, ya que, según el embajador, están "estudiando nombres de autores jóvenes para seguir generando espacios de diálogos contemporáneos".





FUENTE: ( http://www.telam.com.ar)

Michael Somoroff: “No hay límites a la hora de manipular una fotografía cuando es al servicio del arte”



Su muestra “Ausencia de sujeto" se exhibe en el Centro Cultural Recoleta y es un homenaje a “People of the 20th century”, el monumental trabajo del legendario fotógrafo alemán August Sander, y uno de los platos fuertes del Festival de la Luz.







En una entrevista exclusiva con la agencia Télam, Somoroff (1957) -quien nació y reside en la ciudad de Nueva York- se refirió así a esta exposición en la que se vale de la manipulación digital para quitar de la foto un elemento esencial del retrato: el sujeto, y que marca un contrapunto entre la obra de ambos creadores.

El ejercicio consiste en mirar primero una foto tomada por Sander (1876–1964), quien se preocupó por trazar -a través de sus retratos que integran la serie ”Gente del siglo XX"- un perfil representativo de la sociedad alemana durante la República de Weimar, y luego, junto a ella, la misma foto retocada digitalmente por Somoroff.

El fotógrafo estadounidense -quien estudió en Europa junto a eminencias como Gyula Halász (más conocido como Brassaï) y Andre Kertész- borró el sujeto del retrato, y dejó sólo su fondo; una imagen que ofrece una atmósfera tan misteriosa como particular e igual de atractiva.

El fondo de la imagen se vuelve así el motivo principal, en esta suerte de duplicado fantasma que Somoroff compuso a raíz de una selección de 40 fotografías originales de Sander, una larga serie de retratos meticulosamente compuestos que hablan del orden jerárquico de la sociedad alemana presentando a los sujetos no tanto como individuos sino de acuerdo a sus ocupaciones, profesiones y clases.

En esta operación poética realizada mediante software, "los fondos de las imágenes, antes considerados fragmentos secundarios, ahora se convierten en los motivos principales. Han sido traducidos en imágenes totalmente reconcebidas que justamente pertenecen al idioma 'post moderno'", explica Diana Edkins, curadora de la exposición junto a Julian Sander.

Michael Somoroff es hijo de Ben Somoroff -un prestigioso fotógrafo estadounidense-; ya exhibió la serie "Ausencia de sujeto" en la bella Plaza San Marco, durante la Bienal de Venecia de 2011 y sus trabajos fueron adquiridos por importantes colecciones de arte como la del Museo de Arte Moderno de Nueva York; el Museo de Bellas Artes de Houston (Texas) y la Smithsonian Institution de Washington.

-Télam: ¿Cómo nació la idea de realizar este tributo a August Sander?

-Somoroff: Visité una exposición de August Sander en el Museo Metropolitano de Arte (Met) en el 2003 y me sentí muy conmovido por sus fotografías. Inmediatamente me pregunté: “¿Por qué estas imágenes me interpelan?”. Y me di cuenta que esa proximidad con el sujeto es algo que no encontrás en la mayoría de los retratos. Esa cercanía era mágica. Era única para la fotografía. Y decidí honrarla removiendo al sujeto. Los retratados ya no están más. Este paralelo entre los trabajos de Sander y los míos dan la prueba de la presencia permanente de la vida. Estoy honrando los logros de Sander y de la vida en sí misma, es puramente un gesto imaginativo.

-T: ¿Qué posibilidades ofrece la tecnología hoy?

-S: La tecnología te da la posibilidad de hacer lo que sea. Somos capaces de grabar una idea, directamente desde nuestra imaginación, en el mundo, lo que representa una diferencia crucial en la fotografía desde que nació como registro de las personas. Hoy en día no hay límites a la hora de manipular una fotografía si es al servicio del arte. Lo que importa hoy es el concepto, hacer honor a lo artesanal y a la imaginación. No hay trabas para plasmar una idea propia. Esto nos permite caminos más metafísicos para expresarnos. Podemos compartir nuestros sueños de forma más directa con los demás.

-T: ¿Qué ocurre cuando el contexto se convierte en lo central de una fotografía?

-S: El arte es contexto, siempre en la búsqueda de la verdad, todo es automáticamente contextual.

Organizada por Admira (Milán) en colaboración con FEROZ Galerie (Bonn) y el Goethe-Institut, la muestra cuenta con el auspicio de la Embajada de Alemania y se podrá visitar hasta el 21 de septiembre en Junín 1930, de lunes a viernes de 13 a 20; sábados, domingos y feriados de 11 a 20, con entrada libre.


FUENTE: (http://www.telam.com.ar/)

La novela "Kryptonita", de Leonardo Oyola, será llevada al cine



La novela Kryptonita de Leonardo Oyola, ganadora como mejor libro en 2011, será llevada al cine el año próximo por Nicanor Loreti y tendrá como protagonistas a Juan Palomino como Nafta Súper, Pablo Rago, Diego Capusotto, Lautaro Delgado y Jorge Sesán.






"Nunca imaginé que iba a terminar siendo una película. Me habían piropeado algunos directores con querer hacerla. Estoy muy contento. Muy feliz", dijo Oyola a Télam, en tanto que en las redes sociales el escritor sostuvo: "Hace cuatro me metí­a de lleno a escribirla. Tres años atrás entraba a imprenta. Me ha dado mucho, muchí­simo este libro. Tantas alegrí­as. Tantas caras felices cuando me hablan de él".

En Kryptonita, Oyola retoma el concepto de la historieta llamado "elseworld" o "de otro mundo" para narrar las vicisitudes de un médico nochero del hospital Paroissien ante el ingreso de Nafta Súper, un superpoderoso lí­der de una banda criminal.

En la novela, publicada por Penguin Random House, el médico, ansioso por terminar su turno de tres dí­as, recibe en la guardia a un hombre herido, Nafta Súper, detrás de él llega su "banda" que le exige que lo mantenga vivo hasta que amanezca, mientras se atrincheran esperando la llegada de la policí­a.

Durante la madrugada, entre flashbacks de la historia de los integrantes de la banda, delirios alucinógenos, negociaciones para salir libres y un inminente tiroteo, el doctor descubre que su paciente es algo más que un hombre común.


Oyola nació en 1973 y se crio en Isidro Casanova, en el oeste del Gran Buenos Aires. Escribe policiales y le guiña un ojo a lo fantástico, entre sus novelas se destacan Santerí­a y Sacrificio; Siete y el Tigre Harapiento; Hacé que la noche venga; Bolonqui; Gólgota y Chamamé, ganadora en 2010 del Premio Dashiell Hammett al mejor policial en la XXI Semana Negra de Gijón.

La película, producida por Jimena Monteoliva, también contará con los actores Diego Cremonesi, Susana Varela, Paula Manzone, Pablo Pinto y Sofia Palomino.




FUENTE: (http://www.telam.com.ar)

Poemas de Versos libres



Poemas de Versos Libres de José Martí

Los Versos Libres es un poemario singular dentro de la poética de José Martí, de sus libros es el más hermético y pesimista. Es precisamente en este texto donde más se observa la influencia de poetas simbolistas en Martí, allí encontramos una voz habitada por visiones que el verso quiere traducir. Este es el libro de más juego verbal y proliferación de imágenes y es además la voz de un poeta herido por su condición, quien critica con arrojo a la muerte. Muy distinta es ésta voz a la de Ismaelillo y aún más a la de los Versos Sencillos. De allí, quizás, el que en vida Martí se resistiera a la publicación de este texto.

POLLICE VERSO

Memoria de Presidio

Si, yo también, desnuda la cabeza
de tocado y cabellos, y al tobillo
una cadena burda, heme arrastradoz
entre un montón de sierpes, que revueltas
sobre sus vicios negros, parecían
esos gusanos de pesado vientre
y ojos viscosos, que en hedionda cuba
de pardo lodo lentos se revuelcan.
Y yo pasé, sereno entre los viles,
cual si en mis manos, como en ruego juntas,
las anchas alas púdicas, abriese
una paloma blanca. Y aún me aterro,
de ver con el recuerdo lo que he visto
una vez con mis ojos. Y espantado,
póngome en pie, cual a emprender la fuga!
¡Recuerdos hay que queman la memoria!
¡Zarzal es la memoria; más la mía
es un cesto de llamas! A su lumber
el porvenir de mi nación preveo.
Y lloro. Hay leyes en la mente, leyes
cual las del río, el mar, la piedra, el astro,
ásperas y fatales ese almendro
que con su rama oscura en flor sombrea
mi alta ventana, viene de semilla
de almendro: y ese rico globo de oro
de dulce y perfumoso jugo lleno,
y hasta el pomo ruin la daga hundida,
copa de mago que el capricho torna
en hiel para los míseros, y en férvido
Tokay para el feliz. La vida es grave,
al flojo gladiador clava en la arena.
¡Alza, oh pueblo, el escudo, porque, es grave
cosa esta vida, y cada acción es culpa
que como, aro servil se lleva luego
cerrado al cuello, o premio generoso
que del futuro mal próvido libra!

¿Veis los esclavos? Como cuerpos muertos
atados en racimo, a vuestra espalda
irán vida tras vida, y con las frentes
pálidas y angustiosas, la sombría
carga en vano halaréis, hasta que el viento
de vuestra pena bárbara apiadado,
los átomos postreros evapore!
¡Oh, qué visión tremenda! ¡Oh, qué terrible
procesión de culpables! Como en llano
negro los miro, torvos, anhelosos,
sin fruta el arbolar, secos los píos
bejucos, por comarca funeraria
donde ni el sol da luz, ni el árbol sombra.
Y bogan en silencio, como en magno
océano sin agua, y ala frente
porción del universo, frase unida
a frase colosal, sierva ligada
a un carro de oro, que a los ojos mismos
de los que arrastra en rápida carrera
ocúltase en el áureo polvo, sierva
con escondidas riendas ponderosas
a la incansable Eternidad atada!

Circo la tierra es, como el romano;
y junto a cada cuna una invisible
panoplia al hombre aguarda, donde lucen,
cual daga cruel que hiere al que la blande
los vicios, y cual límpidos escudos
las virtudes: la vida es la ancha arena,
y los hombres esclavos gladiadores.
Mas el pueblo y el rey, callados miran
de grada excelsa, en la desierta sombra.
¡Pero miran! Y a aquel que en la contienda
bajó el escudo, o lo dejó de lado,
o suplicó cobarde, o abrió el pecho
laxo y servil a la enconosa daga
desde el sitial de la implacable piedra,
condenan a morir, pollice verso;
llevan, cual yugo el buey, la cuerda uncida,
y a la zaga, listado el cuerpo flaco
de hondos azotes, el montón de siervos!


¿Veis las carrozas, las ropillas blancas
risueñas y ligeras, el luciente
corcel de crin trenzada y riendas ricas,
y la albarda de plata suntuosa
prendida, y el menudo zapatillo
cárcel a un tiempo de los pies y el alma?
¡pues ved que los extraños os desdeñan
como a raza ruin, menguada y floja!


ISLA FAMOSA


Aquí estoy, solo estoy, despedazado.
ruge el cielo; las nubes se aglomeran,
y aprietan, y ennegrecen, y desgajan.
los vapores del mar la roca ciñen.
sacra angustia y horror mis ojos comen.
¿A qué, Naturaleza embravecida,
a qué la estéril soledad en torno
de quien de ansia de amor rebosa y muere?
¿Dónde, Cristo sin cruz, los ojos pones?
¿Dónde, oh sombra enemiga, dónde el ara
Digna por fin de recibir mi frente?
¿En pro de quién derramaré mi vida?

Rasgóse el velo; por un tajo ameno
de claro azul, como en sus lienzos abre
entre mazos de sombra Díaz famoso,
el hombre triste de la roca mira
en lindo campo tropical, galanes
blancos, y Venus negras, de unas flores
fétidas y fangosas coronados.
danzando van; ¡a cada giro Nuevo
bajo los muelles pies la tierra cede!
y cuando en ancho beso los gastados
labios sin lustre, ya trémulos juntan,
sáltanles de los labios agoreras
aves tintas en hiel, aves de muerte.


LA POESÍA ES SAGRADA


La poesía es sagrada. Nadie
de otro la tome, sino en sí. Ni nadie
como a esclava infeliz que el llanto enjuga
para acudir a su inclemente dueña,
la llame a voluntad: que vendrá entonces
pálida y sin amor, como una esclava.

Con desmayadas manos el cabello
peinará a su señora: en alta torre,
como pieza de gran repostería,
le aprefará las trenzas; o con viles
rizados cubrirá la noble frente
por donde el alma su honradez enseña;
o lo atará mejor, mostrando el cuello,
sin otro adorno, en un discreto nudo.
¡Mas mientras la infeliz peina a la dama,
su triste corazón, cual ave roja
de alas heridas, estará temblando
lejos ¡ay! en el pecho de su amante,
como en invierno un pájaro en su nido!
¡Maldiga Dios a dueños y tiranos
que hacen andar los cuerpos sin ventura
por do no pueden ir los corazones! -



FUENTE: ( http://poesia.about.com/od/poemas/a/Poemas-De-Versos-Libres.htm)

Verso libre


Verso libre

El verso libre es la forma de expresión poética que se caracteriza por su alejamiento intencionado de las pautas de rima y metro que predominaron en la poesía europea hasta finales del siglo XIX. Por tanto, es una forma muy próxima al poema en prosa y la prosa poética, de los que se distingue visualmente por conservar la disposición tipográfica en líneas sangradas propia del verso.
Historia

El verso libre nace en la segunda mitad del siglo XIX como alternativa a las formas métricas consagradas por la tradición, como el soneto y la décima. El primer poeta notable que lo práctica es Walt Whitman, que se inclina por un tipo de verso irregular de gran extensión (el versículo), inspirado en la versión inglesa de la Biblia.

Algunos poetas simbolistas franceses, como Gustave Kahn y Jules Laforgue, que lo introdujeron en Francia, adaptan esta forma de expresión a sus necesidades, separándose así del preciosismo parnasiano, cuyas formas sentían agotadas. Stéphane Mallarmé resume así su postura: Asistimos ahora a un espectáculo verdaderamente extraordinario, único, en la historia de la poesía: cada poeta puede esconderse en su retiro para tocar con su propia flauta las tonadillas que le gustan; por primera vez, desde siempre, los poetas no cantan atados al atril. Hasta ahora –estará usted de acuerdo- era preciso el acompañamiento de los grandes órganos de la métrica oficial. ¡Pues bien! Los hemos tocado en demasía, y nos hemos cansado de ellos.

En la concepción simbolista, el verso libre no supone una pérdida de la musicalidad del poema, sino un enriquecimiento de la misma, al preferirse el ritmo sutil y complejo al compás monótono del verso tradicional. Años más tarde, Luis Cernuda retoma esta argumentación: Si en el verso hay música, mi preferencia se orientó hacia la «música callada» del mismo.

En la poesía española, el verso libre cobra por primera vez importancia en el Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez. A partir de entonces, se consolida como forma de expresión común en la generación del 27 y siguientes. En los últimos años, el cansancio del versolibrismo ha producido una reacción significativa de regreso al verso medido (rimado o blanco), notoria en la producción de autores como Luis Alberto de Cuenca, Luis García Montero o Miguel Ángel Velasco.

Con independencia de dicho cansancio, las reticencias contra el verso libre de autores como Antonio Machado y Agustín García Calvo se centran en dos aspectos:
con demasiada frecuencia, se llama verso libre a lo que no es sino prosa presentada visualmente de forma equívoca.
la libertad a la que alude el término no debe entenderse como despreocupación de la musicalidad, que es condición constitutiva del verso. Es célebre la advertencia en este sentido de Machado: Verso libre, verso libre,líbrate mejor del versocuando te esclavice.

FUENTE: ( http://es.wikipedia.org)

Paganini - El violinista del Diablo

         
                                                        Paganini - El violinista del Diablo

lunes, 11 de agosto de 2014

Paul Dukas



Paul Abraham Dukas (n. París, 1 de octubre de 1865 - f. París, 17 de mayo de 1935), compositor francés de la escuela impresionista

Una de las obras más populares del compositor francés Paul Dukas fue El aprendiz de brujo. Empezó a tocar el piano a los 5 años pero no sintió verdaderamente su vocación hasta los 14.

En 1881, ingresó en el Conservatorio de París en la clase de armonía de Théodore Dubois. De esta época proceden algunas páginas inéditas: un Air de Clytemnestre (1882) y una Ouverture du Roi Lear (1883). En 1884 escuchó por primera vez en la orquesta su Ouverture pour Götz von Berlichingen. Al año siguiente fue admitido como alumno de composición de Ernest Guiraud y en 1886 obtuvo el 1º Premio de contrapunto y fuga. En 1888 consiguió el primer segundo Premio de Roma por su Cantata Velléda, pero le negaron el primer Gran Premio al año siguiente, entonces abandonó el conservatorio y se dedicó seriamente a su trabajo.

Escribió también muchos artículos en revistas, que fueron reunidos en 1948 bajo el título Écrits sur la musique de Paul Dukas.

Fue amigo y consejero de Isaac Albéniz.

Antes de suicidarse en París, quemó parte de su obra.
Obras principales Música de cámaraAlla Gitana, chelo y pianoVillanelle, trompa y pianoPianoVariations, Interlude et final on a theme of RameauLa plainte, au loin, du faune...Prélude élégiaque sur le nom de HaydnSonata in E-flat minorTrompaVillanelleMúsica vocalSonnet de RonsardVocalise, voz y pianoCantatas (Hymne au soleil, Sémélé et Velléda)BalletLa Péri (1912)Música orquestalEl aprendiz de brujo o el aprendiz de hechicero;Sinfonía en C Mayor (1895)ÓperaAriana y Barbazul (Ariane et Barbe-bleue) estrenada en la Opéra Comique de París el 10 de mayo de 1907.


FUENTE: ( http://es.wikipedia.org)

BIOGRAFIA DE PABLO PICASSO

                                                              PABLO PICASSO

lunes, 4 de agosto de 2014

NARRATIVA GOTICA. (VIDEO)


ESTUDIO ANTROPOLOGICO CULTURAL DE LOS MENONITASA EN CHIHUAHUA MEXICO


ANTROPOLOGIA CULTURAL


PRIMER NOVELA GOTICA





Horace Walpole - EL CASTILLO DE OTRANTO



En el siglo XVIII y XIX, como reacción al racionalismo y buen gusto de la estética del Neoclasicismo, algunos autores empezaron a utilizar supersticiones y leyendas, el miedo y el terror y los ambientes lúgubres y decadentes como elementos narrativos dentro del Prerromanticismo y el Romanticismo. Así surgió como tal la novela gótica del siglo XVIII y XIX, un abanico que abarca desde El castillo de Otranto (1765) de Horace Walpole a Melmoth el errabundo (1820) de Charles Maturin, pasando por William Beckford Vathek (1786), Ann Radcliffe Los misterios de Udolfo (1794), William Godwin Las aventuras de Caleb Williams (Londres, 1794), Matthew Lewis El Monje (1796) y Jan Potocki Manuscrito encontrado en Zaragoza (1805).
Más adentrado el siglo XIX, otros escritores igualmente románticos renovaron este género aportándole nuevos temas, como Edgar Allan Poe y Mary Shelley. Por último se fue creando una imaginería y mitología del género de terror que incluía desde los relatos de vampiros de Bram Stoker a los cuentos de fantasmas de Henry James y Montague R. James y la mitología de primordiales de Lovecraft y August Derleth.


En su primer período, la literatura gótica surge para saciar las inquietudes de las almas más disconformes con el orden regente, buscan poder experimentar sensaciones prohibidas y escapar de la rutina diaria. Pronto una parte significativa de la sociedad asimila este nuevo género y lo utiliza como válvula de escape.
La palabra gótico en sus orígenes se utilizaba para designar la barbarie germánica (godos), lo medieval, el desorden y el caos, generalmente con connotaciones negativas. Sin embargo conforme avanza la segunda mitad del siglo XVIII algo empieza a cambiar en la sociedad, surge el gusto por la arquitectura medieval, por lo numinoso, por las sombras. En la literatura se atisba una senda oculta entre la maleza, una senda alternativa, que se aparta del camino de la luz. La primera alma en recorrer dicha senda fue la de un inglés avispado que tuvo el honor de ser el fundador del género. En pleno siglo de las luces surge en Inglaterra la figura de Horace Walpole (1717-1797) y su Castillo de Otranto (1764), considerada por muchos como la primera novela gótica. Publicada inicialmente como una traducción de un tal William Marshall a partir de un manuscrito italiano, supuestamente escrito por Onuphrio Muralto, tuvo una buena acogida entre los lectores de la época, lo cual ayudó a Walpole a reconocer su autoría. La novela nos cuenta la historia de un principado y su usurpador, Manfredo, el cual intentará que no se cumpla una terrible profecía que vaticina el fin de su descendencia y la pérdida de su castillo. Toda la trama se desarrolla con el castillo y un monasterio próximo como telón de fondo.
Pese a ser inocente, ingenua y carecer de fuerza alguna, no cabe duda de que nos encontramos ante la primera obra con elementos claramente góticos: el castillo, la inocente princesa, monjes, sucesos sobrenaturales...


El periodo gótico alcanza su plena madurez en la década de los noventa en forma de grandes novelas. Estas obras colosales sirven para retratar perfectamente el género. A su vez la influencia de las novelas góticas se hace notar en muchas partes del continente.
Con la aparición de novelas como Los castillos de Athlyn, Dunbayne (1789), Un romance siciliano (1790), Romance de la selva (1791), todas ellas escritas por la misma autora, entramos en la década de los 90, período dorado para la literatura gótica y en el que se da a conocer la reina del género, Ann Radcliffe (1764-1823), artífice de una de las cumbres, Los misterios de Udolfo (1794).
La aparición de Radcliffe es clave para la novela gótica, pues no sólo aportó sus grandes obras, sino que influyó de manera decisiva en la aparición de la siguiente cumbre gótica. En Mayo de 1794 un joven de tan sólo 19 años, que se acababa de graduar brillantemente en Oxford, leyó con entusiasmo Los Misterios de Udolfo (según sus propias palabras, le pareció uno de los libros mas interesantes jamás publicados) mientras realizaba un viaje, este joven se llamaba Matthew Gregory Lewis (1773-1818). El 23 de Septiembre escribía a su madre: “¿Qué te parece que haya escrito en sólo diez semanas una novela de entre 300 y 400 páginas en octavo? Nunca he escrito nada la mitad de bueno. Se llamará El Monje, y me gusta tanto que si los editores no la compran, yo mismo la publicaré.” Sin duda El Monje, publicada finalmente en marzo de 1796, daría un nuevo impulso a la novela gótica.
Según el ensayista César Fuentes Rodríguez, entre las características específicas de la novela gótica se encuentran las siguientes:
• La intriga se desarrolla en un viejo castillo o un monasterio (importancia del escenario arquitectónico, que sirve para enriquecer la trama)
• Atmósfera de misterio y suspense (el autor crea un marco o escenario sobrenatural capaz, muchas veces por sí mismo, de suscitar sentimientos de misterio o terror)
• Profecía ancestral (una maldición pesa sobre la propiedad o sobre sus habitantes, presentes o remotos)
• Eventos sobrenaturales o de difícil explicación
• Emociones desbocadas (los personajes están sujetos a pasiones desenfrenadas, accesos de pánico, agitaciones del ánimo tales como depresión profunda, angustia, paranoia, celos y amor enfermizo)
• Erotismo larvado (bajo la atmósfera de misterio laten conflictos amorosos mal resueltos y oscuros impulsos sentimentales. El paradigma de la doncella en apuros es muy frecuente; los personajes femeninos enfrentan situaciones que producen desmayos, gritos, llanto y ataques de nervios. Se apela al sentido de compasión del lector presentando una heroína oprimida por angustiosos terrores que, normalmente, se convierte en el foco de la trama. Otro paradigma insoslayable es el de la figura masculina tiránica; suele tratarse de un padre, rey, marido o guardián que requiere de la doncella una acción indigna o inadmisible, sea el casamiento forzado, el sacrificio de su castidad o alguna acción todavía más siniestra)
• Falacia patética (las emociones de los protagonistas intervienen en la apariencia de las cosas, o bien el clima que rodea una escena define el estado de ánimo de los personajes)


En contraste con la escasa validez de las populares novelas por entregas, la narrativa gótica psicológica de calidad intelectual seria mantuvo la buena salud del gótico durante la década de 1820. Frankenstein de Mary Shelley, Melmoth el errabundo de Maturin y Memorias privadas y confesiones de un pecador justificado de James Hogg demostraron el trágico potencial del gótico y dieron una pista sobre la clase de sofisticación psicológica y metafísica que marcaría las obras de Hawthorne y Le Fanu. La riqueza simbólica y filosófica de estas novelas góticas indica el papel principal que desempeñaría el goticismo durante el siglo XIX, activando los oscuros sueños de muchos grandes escritores que se volvieron hacia el gótico para realzar el carácter trágico de su arte.


En España cultivaron el género José de Urcullu, traductor de Cuentos de duendes y aparecidos, Londres, 1825. Agustín Pérez Zaragoza, traductor, refundidor y autor de los doce volúmenes de Galería fúnebre de espectros, aparecidos y sombras ensangrentadas, 1831. Antonio Ros de Olano, Gustavo Adolfo Bécquer, con sus Leyendas en prosa y José Zorrilla, con sus leyendas en verso, Miguel de los Santos Álvarez y Pedro Antonio de Alarcón con algunos de sus Cuentos.


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En el Castillo de Otranto el usurpador del trono de Otranto, Manfredo, trata de casar a su hijo, Conrado, con Isabella, la hija del desaparecido marqués de Vicenza, para así asegurar su reinado porque piensa que Federico, el marqués, es el descendiente más cercano del último gobernante legítimo de Otranto. Esta boda no se lleva a cabo y se origina una serie de problemas que se resuelven cuando el espectro del auténtico gobernante, Alfonso, da a conocer quién será el nuevo soberano absoluto de Otranto.
La historia se sitúa en Italia durante la Edad Media. Toda la trama ocurre principalmente en dos lugares: el castillo de Otranto y el monasterio de Jerónimo; se hacen regresiones a Sicilia por parte de algunos de los personajes para contar su pasado y durante un tiempo muy corto la historia se traslada al bosque y a las cavernas que hay en éste.
El empleo de Walpole de la palabra “gótico” en el subtítulo de su novela fue una descripción que pretendía impresionar y excitar a su audiencia. En 1764, las connotaciones del término eran todas negativas, dado que “gótico” había sido utilizado para denigrar objetos, personas y actitudes consideradas bárbaras, grotescas, ordinarias, primitivas, sin forma, de mal gusto, salvajes e ignorantes. En un contexto artístico, “gótico” significaba todo lo que era ofensivo a la belleza clásica, algo feo por su desproporción y grotesco por su carencia de gracia unitaria. Describiendo su obra como “una historia gótica”, Walpole no sólo elevó el estatus del adjetivo, sino que proporcionó una etiqueta para el torrente de narrativa de terror que le seguiría. De ahí en adelante, las obras góticas confiarían normalmente en decorados situados en un espacio y tiempo remotos para inducir una atmósfera de delicioso terror.


El escritor Sir Walter Scott, en una introducción a esta obra, escribió:
El Castillo de Otranto es notable no sólo por el sombrío interés de la historia, sino por haber sido el primer intento moderno de fundar una literatura de ficción fantástica sobre la base de las antiguas novelas de caballerías.
 
 
FUENTE:  (http://bibliotecavirtual-pdf.blogspot.com.ar/)

NARRATIVA GOTICA



La narrativa gótica o de terror es un género literario relacionado estrechamente con el de terror y subsumi
do en éste, al punto de que es difícil diferenciar uno del otro.


No puede decirse, por tanto, que existiera la novela de terror hasta la aparición del terror gótico; estrictamente hablando, la primera novela gótica fue El castillo de Otranto (1765) de Horace Walpole, y la última Melmoth el errabundo (1815) de Charles Maturin. Entre estos autores el género se desarrolló con obras como Vathek de William Beckford (1786), originalmente en francés), Los misterios de Udolfo de Ann Radcliffe (1794), Las aventuras de Caleb Williams de William Godwin (Londres, 1794), El Monje de Matthew Lewis (1796) y Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki (1805).

Dentro del subgénero narrativo denominado novela, es preciso distinguirla de la narración popular fantástica del folklore y de los cuentos tradicionales de aparecidos, porque se desarrolla fundamentalmente desde fines del siglo XVIII a la actualidad y posee características distintas asociadas al movimiento estético conocido como Romanticismo. En algunos manuales de literatura se hace referencia a la novela gótica también como novela negra,1 si bien este término puede dar lugar en la actualidad a equívocos.

Las características de este género pasan en primer lugar por una ambientación romántica: paisajes sombríos, bosques tenebrosos, ruinas medievales y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y pasadizos bien poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios... Personajes fascinantes, extraños e insólitos, grandes peligros y a menudo cándidas muchachas en apuros; los elementos sobrenaturales podían aparecer directamente o solamente ser sugeridos. Estas ubicaciones y personajes, en tiempo y espacio, respondían a la demanda de temas exóticos característica de la tendencia al medievalismo, el exotismo y el orientalismo propia de la sensibilidad romántica.

En España cultivaron el género José de Urcullu, traductor de Cuentos de duendes y aparecidos, Londres, 1825 y autor de los dos últimos de esa colección, "El manuscrito catalán" y "Padre en vida y testigo en muerte"; Agustín Pérez Zaragoza, traductor, refundidor y autor de los doce volúmenes de Galería fúnebre de espectros, aparecidos y sombras ensangrentadas, 1831. Antonio Ros de Olano, Gustavo Adolfo Bécquer, con sus Leyendas en prosa, José Zorrilla, con sus leyendas en verso, Pascual Pérez y Rodríguez con su novela La urna sangrienta, o El panteón de Scianella (1834) y algunas otras más, José de Espronceda (El estudiante de Salamanca), Miguel de los Santos Álvarez, y Pedro Antonio de Alarcón con algunos de sus Cuentos.

Pese a que no existió un movimiento definido como en otras partes de Europa, diversos escritores rusos incursionaron también en el género aportando relatos que exhiben como tema principal las brujas, los hombres lobos y otros personajes oscuros, propios del folclore eslavo. El primer autor, y más prolífico, en dedicar su pluma a los relatos de terror es Gógol, con algunos cuentos cortos como Viy (que cuenta con más de una adaptación cinematográfica), La noche de San Juan, y La noche de mayo o la ahogada. Otros autores rusos que introdujeron historias de terror fueron, Baratynski (El anillo), Somov (El hombre lobo), Karamzin (La isla de Bornholm) y Lermontov (Stuss).





l adjetivo gótico deriva de godo, y, en efecto, en el contexto de este subgénero literario, gran parte de las historias trascurren en castillos y monasterios medievales. En sentido estricto, el terror gótico fue una moda literaria, de origen fundamentalmente anglosajón, que se extendió desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX, como reacción al Racionalismo. En la literatura de terror moderna los viejos arquetipos no desaparecieron totalmente.

El movimiento gótico surge en Inglaterra a finales del siglo XVIII. El renacimiento del gótico fue la expresión emocional, estética y filosófica que reaccionó contra el pensamiento dominante de la Ilustración, según el cual la humanidad sería capaz, solo en uso de la Razón, de llegar a obtener el conocimiento verdadero y la felicidad y virtud perfectas; aunque el Romanticismo demostraría que tan insaciable apetito de conocimiento dejaba de lado la idea de que el miedo podía ser también sublime.

Las ideas de orden de la Ilustración van siendo relegadas y dan paso a la afición por el gótico en Inglaterra y así se va abriendo camino para la fundación de una escuela de este tipo de literatura, derivada de modelos alemanes.

Las narrativas góticas abundan entre 1765 y 1820, con la iconografía que nos es conocida: cementerios, páramos y castillos tenebrosos repletos de misterios, villanos infernales, hombres lobo, vampiros, doppelgänger (transmutadores, o doble personalidad) y demonios, etc..

Los ingredientes de este subgénero son castillos embrujados, criptas, fantasmas o monstruos, así como las tormentas y tempestades, la nocturnidad y el simple detalle truculento, todo ello surgido muchas veces de leyendas populares. La obra fundadora del gótico es El castillo de Otranto, de Horace Walpole (1765). Otras obras claves de esta corriente son Vathek (1786), de William Beckford, Los misterios de Udolfo (1794), de Ann Radcliffe, El Monje, de Matthew Lewis, publicada en 1796, Melmoth el errabundo (1820), de Charles Robert Maturin y Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki. El Romanticismo exploró a fondo esta literatura, casi siempre inspiradora de negredor de sentimientos morbosos y angustiantes, que alcanzó su máximo esplandor en el siglo XIX, a impulsos del descubrimiento del juego mórbido con el inconsciente.

Aunque Julio Verne cultivó sobre todo los géneros de aventuras y de la ciencia-ficción, existe una novela suya poco conocida que posee las características de la novela gótica: El castillo de los Cárpatos. Dicha novela es considerada como una "rara avis" en la produción de Verne y suele considerarse como su única incursión en el género de la novela gótica, reuniendo todos los elementos que la caracterizan: un castillo tenebroso abandonado, una bella cantante de ópera supuestamente secuestrada por un malvado noble (el Barón Gortz), un héroe enamorado dispuesto a rescatarla hasta enloquecer, supersticiones populares sobre fantasmas y aparecidos, etc... Escrita cinco años antes que Drácula comparte no pocos elementos con la obra de Bram Stoker.

Obras de pleno siglo XIX, como Carmilla de Sheridan Le Fanu, Frankenstein de Mary Shelley, "El corazón delator" de Edgar Allan Poe, y, más adelante, "Janet, la del cuello torcido" de R. L. Stevenson, "El Horla" de Guy de Maupassant, Otra vuelta de tuerca de Henry James, etc., puede decirse que superan ampliamente el terror gótico, pues o van más allá, o no reúnen las citadas características. Salvo en casos excepcionales, tienden al formato corto del cuento en menoscabo de la novela; no se recurre a las monjas ensangrentadas, ni son elementos necesarios los aullidos espectrales y los truenos, rayos y centellas de tormentas; no tienen por qué transcurrir en escenarios ruinosos, castillos y monasterios medievales; los fantasmas que presentan no están "encadenados"; apenas tienen que ver con leyendas populares... Por lo tanto pueden considerarse ya como obras plenamente representativas del terror moderno que alcanzará a nuestros días, si bien en este punto la opinión de los críticos está dividida.

En los relatos propiamente góticos se advierte un erotismo larvado y un amor por lo decadente y ruinoso. La depresión profunda, la angustia, la soledad, el amor enfermizo, aparecen en estos textos vinculados con lo oculto y lo sobrenatural. La mayoría de los autores sostiene que el gótico ha sido el padre del género de terror, que con posterioridad explotó el fenómeno del miedo con menor interés en los sentimientos de depresión, decadencia y exaltación de lo ruinoso y macabro que fueron el sello de la literatura romántica goticista, y más énfasis en otros elementos.

Fueron también escritores de terror el romántico español Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), quien incluyó en sus Leyendas algunos relatos de miedo muy meritorios como Maese Pérez, el Organista, El Miserere y El Monte de las Ánimas.

A fines del siglo XIX, Oscar Wilde tomó este subgénero con humor en su relato El fantasma de Canterville.

Los cantos de Maldoror, de Isidore Ducasse -Conde de Lautréamont- es una obra considerada como precursora del surrealismo. No obstante, contiene elementos narrativos que permiten rastrear rasgos e influencias de obras como Melmoth el errabundo, según señala Marcelyn Pleynet en su estudio sobre Lautréamont. En el caso de maldoror, éste es presentado como un ser que mediante la metamorfosis acecha a los hombres. Maurice Blanchot y Gaston Bachelard analizan el bestiario de las formas animales adoptadas por Maldoror; éste suele denominarse a sí mismo con los apelativos de: "el vampiro", "aquel que no sabe llorar", "el montevideano", entre otros.

Ya en el siglo XX, la escritora estadounidense Anne Rice, cuyas obras mezclan lo cotidiano con historias de vampiros y de erotismo oscuro, ha tratado de revitalizar, temáticamente, el terror gótico. H. P. Lovecraft, por su parte, lograría sintetizar en las primeras décadas del siglo XX la tradición que partía de lo gótico con la ciencia ficción contemporánea. Actualmente, muy de moda nuevamente por el cine, lo gótico ha sido rescatado por autores anglosajones (al menos en determinadas obras) como Angela Carter, P. McGrath, A. S. Byatt, etc.


 FUENTE: (http://es.wikipedia.org)