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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Obras de la literatura gauchesca


Juan Moreira (drama)


Para la biografía del personaje, la obra teatral o las películas, véase Juan Moreira.

Juan Moreira es una obra de teatro considerada como la pieza fundadora del teatro rioplatense. Fue escrita por elargentino Eduardo Gutiérrez inicialmente como novela y publicada como folletín entre 1878 y 1880. Es considerada uno de los textos más importantes de la literatura argentina y del romanticismo hispanoamericano.

Ante el éxito de la novela, un circo estadounidense le pidió a Gutiérrez que realizara una versión mímica-dramática para que fuera representada en los espectáculos circenses, cosa que aquel realizó en 1884. En 1886, José Podestá le puso letra a la obra, tomándola de la novela y la representó durante varias décadas, convirtiéndola en uno de los éxitos históricos más importantes del teatro argentino.

La obra fue también llevada dos veces al cine: en 1948, con dirección de Luis José Moglia Barth; y en 1973, con dirección de Leonardo Favio.




Sinopsis


El relato está inspirado en una crónica policial real protagonizada realmente por un gaucho bonaerense llamado Juan Moreira, muerto por la policía en 1874.






El Gaucho Martín Fierro




El Gaucho Martín Fierro es un poema narrativo argentino, escrito en verso por José Hernández en 1872, obra literaria considerada ejemplar del género gauchesco enArgentina, Uruguay y Río Grande del Sur (al sur de Brasil). Debido a que tiene una continuación, La vuelta de Martín Fierro, escrita en 1879, este libro es también conocido como «La Ida». Ambos libros han sido considerados como libro nacional de la Argentina, bajo el título genérico de «El Martín Fierro». En «La Ida», Martín Fierro es un gauchotrabajador al que la injusticia social lo vuelve gaucho matrero (fuera de la ley).

Narra el carácter independiente, heroico y sacrificado del gaucho. El poema es, en parte, una protesta en contra de la política del presidente argentino Domingo Faustino Sarmientode reclutar forzosamente a los gauchos para ir a la frontera contra los indígenas.


Aquí me pongo a cantar,
al compás de la vigüela
que al hombre que lo desvela
una pena extraordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.

José Hernández, primera estrofa del Martín Fierro.





Leopoldo Lugones, en su obra literaria El payador calificó a este poema como «el libro nacional de los argentinos» y reconoció al gaucho su calidad de genuino representante del país, emblema de la argentinidad. Para Ricardo Rojas representaba el clásico argentino por antonomasia. El gaucho dejaba de ser un hombre «fuera de la ley» para convertirse en héroe nacional. Leopoldo Marechal, en un ensayo titulado Simbolismos del «Martín Fierro»le buscó una clave alegórica. José María Rosa vio en el «Martín Fierro» una interpretación de la historia argentina.

Este libro ha aparecido literalmente en cientos de ediciones y fue traducido a más de 70 idiomas, entre ellos al esperanto y al quichua.




Argumento[editar]

En El Gaucho Martin Fierro ("la ida"), un gaucho trabajador de las pampas bonaerenses, que vive con su mujer y dos hijos, es reclutado forzosamente para servir en un fortín, para integrar las milicias que luchan defendiendo la frontera argentina contra los indígenas, dejando desamparada a su familia. Su vida de pobreza, es algo muy frecuente en la literatura de la época romantizada. Al volver, su rancho se encuentra abandonado y su mujer y sus hijos se han perdido. Después, desesperado Martín Fierro mata a un negro en un duelo, lo que lo lleva a convertirse en gaucho matrero fugitivo perseguido por la policía, enfrentándose en batalla contra ellos, consigue un compañero: el sargento Cruz, que inspirado por la valentía de Fierro se une a él en medio de una batalla. Y finalmente huyendo, ambos se ponen en camino al desierto para vivir entre los indios, esperando encontrar allí una vida mejor. Así, concluyendo en que es mejor vivir con los salvajes, que en lo que la 'civilización' les preparaba, termina la primera parte publicada en 1872 con el título El gaucho Martín Fierro.


El que maneja las bolas,
el que sabe echar un pial
o sentarse en un bagual
sin miedo de que lo baje,
entre los mesmos salvajes
no puede pasarlo mal.

Entre los momentos más destacados y conocidos de "la ida" se encuentran las desdichas en la frontera (los fortines de frontera con el territorio indio), el duelo con el negro, el enfrentamiento con la partida policial donde el sargento Cruz se pasa de su lado y se vuelve su compañero y la huida al desierto para vivir con los indios. Siete años más tarde, en 1879, José Hernández publicó "La vuelta de Martín Fierro". En su continuación, con el autor en una situación diferente, el perfil ideológico cambia y se aconseja al gaucho adaptarse a la civilización que antes se había despreciado. También aquí se encuentran varias estrofas conocidas por su defensa del gaucho y denuncia de la injusticia social:


Él anda siempre juyendo,
siempre pobre y perseguido,
no tiene cueva ni nido,
como si juera maldito,
porque el ser gaucho... barajo!
el ser gaucho es un delito.

José Hernández, La vuelta de Martín Fierro, v. 1320

Martín Fierro. Es el prototipo del gaucho. Se presenta como cantor, hombre independiente, pacífico, valiente, conocedor del campo y sus actividades y ante todo libre:


Mi gloria es vivir tan libre,
como pájaro en el cielo;
no hago nido en este suelo,
ande hay tanto que sufrir;
y naides me ha de seguir,
cuando yo remonto el vuelo.

Su carácter solitario es consecuencia de la pampa que habita, las injusticias que vive lo van transformando, a lo largo de la obra.
El gaucho Martín Fierro sería oriundo de la localidad de Tres Arroyos en la Provincia de Buenos Aires. Otros argumentan que hay documentación que habría vivido en el Pago de Monsalvo, en las zonas aledañas a la actual ciudad de Maipú.




Análisis

Los numerosos análisis del Martín Fierro han destacado, tanto las diferencias psicológicas del personaje, como los cambios del propio José Hernández entre los siete años que van de la publicación de "la ida" y "la vuelta" de Martín Fierro. En cuanto al personaje de Martín Fierro, en la primera parte, luego de haber sido reclutado por la fuerza, aquel rompió completamente con la "civilización", asesinando a un gaucho negro, enfrentándose con la policía y finalmente excluyéndose totalmente de la sociedad premoderna de la Argentina de entonces, para irse a vivir con los indios pampas. En la segunda parte, en cambio Martín Fierro parece revalorizar una sociedad en transformación (en ese momento el país iniciaba su modernización capitalista, y el ingreso de millones de inmigrantes provenientes mayoritariamente de Italia), haber superado su rebeldía rupturista y orientarse más hacia el futuro de sus hijos.
Existencia histórica del personaje llamado Martín Fierro[editar]

Aún se especula si existió efectivamente un gaucho llamado Martín Fierro en el pago y hacia el tiempo en que Hernández sitúa su poema-novela. Algunos aducen que efectivamente, por la zona del Tuyú y de Monsalvo, habiendo documentación en la actual ciudad de Maipú e incluso de la entonces llamada Lobería Grande (actual ciudad de Mar del Plata), lugar en donde los Hernández llegaron a poseer una estancia y donde el autor pasó gran parte de su niñez y juventud, vivió un gaucho "matrero" (rebelde) con ese nombre y ese apellido (bastante comunes).

La mayoría de los críticos literarios y gran parte de los historiadores, sin embargo, suponen al personaje del poema como un sujeto ideal y paradigmático de los gauchos hasta los años 1880, teniéndose en cuenta que el gaucho Don Segundo Sombra existió realmente más allá de su literaturización; en todo caso en la Costa Atlántica bonaerense, entre los cardales, dunas y, sobre todo, los densos bosquecillos de curru mamil que se encontraban en torno a la que luego sería Mar del Plata; está documentado, sobre todo tras la batalla de Caseros y en tiempos de la Guerra de la Triple Alianza, que se refugiaban muchos gauchos tenidos por "vagos" (sin papeleta de conchabo) y "malentretenidos".


FUENTE:  (http://es.wikipedia.org/)

Bartolomé Hidalgo



Bartolomé José Hidalgo (Montevideo, 24 de agosto de 1788 - Morón, 28 de noviembre de 1822) fue un escritor oriental, iniciador, junto con Hilario Ascasubi, de la poesía gauchesca en el Río de la Plata.


Biografía

Huérfano temprano, vivió con su madre y hermanas en Montevideo y la pobreza de la ciudad colonial y su condición de hijo de hogar modesto lo marcaron, le hicieron sentir sus rigores. A los 18 años se enroló en el llamado Batallón de Partidarios de Montevideo, sirviendo a las órdenes deFrancisco Antonio Maciel, en la batalla del Cardal. En el año 1811 se incorporó a la revolución emancipadora, confirmando su doble rol, tan común en esa época, de ser gente de milicia y de actividad personal. EnPaysandú recibe a José Artigas, el «Jefe de los Orientales», quien en una carta lo trata afectuosamente y lo incorpora a la nómina de aquellos que facilitaron el Éxodo del Pueblo Oriental, una de las primeras manifestaciones colectivas contra el poder colonial instituido. A los 23 años, en 1811, ya sus poemas tienen connotación de carácter político. Compone su Marcha Nacional Oriental para conmemorar y festejar la firma delArmisticio entre la Junta de Buenos Aires y el Virrey montevideanoFrancisco Javier de Elío, que permite la retirada del ejército sitiador. Continuó viviendo en Montevideo y luego Fernando Otorgués lo nombró Ministro Interino de Hacienda, durante el breve gobierno artiguista. Durante la Invasión Luso-Brasileña permanece en Montevideo. La Casa de Comedias, que estaba bajo su dirección, se encontraba influenciada por Carlos Federico Lecor, decidido a conquistar con sus reuniones sociales a la ciudad de Montevideo. Luego de la invasión luso-brasileña aliada a la «gente decente y principal» de Montevideo, viaja a Buenos Aires y vive allí la vida triste y dura del poeta criollo que tiene que subsistir vendiendo sus cuartetas y sus —seguramente mal impresas— composiciones. Allí redacta los Cielitos y Diálogos Patrióticos , que son su obra más completa e importante.

Obra de Hidalgo


Bartolomé Hidalgo pertenece a la cultura popular. Es uno de aquellos autores que se pueden definir como esenciales; es decir, aquellos que más allá de la vestidura lírica o literaria, tienen su importancia en la carnadura de lo que dicen, en el grado de alimento esencial. Sus Cielitos, que hablan de la peripecia patriótica, van deviniendo después en poemas en los cuales se incorporan las primeras denuncias que luego continuarán la voz de Los Tres Gauchos Orientales de Antonio Lussich y más tarde la voz de Martín Fierro de José Hernández.

Es considerado en el actual Uruguay el primer poeta que canta a la Patria por ser el autor de la primera canción sobre los orientales, las Octavas Orientales, que dice:


Orientales, la patria peligra,


reunidos al Salto volad;
Libertad entonad en la marcha
y al regreso decid Libertad.


En el Cielito de la Independencia canta a las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuyos territorios actualmente se dividen entre Argentina, parte del Suroeste de Brasil, Paraguay, gran parte de Bolivia y Uruguay.


Hoy una Nación


en el mundo se presenta,
pues las Provincias Unidas
proclaman su Independencia.






Día Nacional del Payador

En homenaje a Bartolomé Hidalgo, en Uruguay, se designa el 24 de agosto como «Día Nacional del Payador». La fecha (por su nacimiento) fue establecida el 14 de noviembre de 1995 en la 63.ª Sesión extraordinaria de la Cámara de Senadores de Uruguay.


FUENTE: (http://es.wikipedia.org/)

Literatura gauchesca



La literatura gauchesca es un subgénero propio de la literatura latinoamericana que intenta recrear el lenguaje del gaucho y contar su manera de vivir. Se caracteriza principalmente por tener al gaucho como personaje principal, y transcurrir las acciones en espacios abiertos y no urbanizados (como la Pampa argentina). Es importante destacar que, más allá de que este género tiene como eje principal al gaucho, generalmente es usado por escritores de alto nivel socioeconómico.


Esta literatura presenta descripciones de la vida campesina y sus costumbres, así como de los personajes sociales de ese entonces: criollos, indios, mestizos, negros y gringos, entre otros. Suele haber una exaltación de lo folclórico y cultural, y se emplea como protesta y para realizar una crítica social. En la forma y el lenguaje, se distingue por el empleo abundante de metáforas, neologismos, arcaísmos y términos aborígenes. Suele haber poco uso de sinónimos, y predomina el monólogo sobre el diálogo.

Aunque hay casos aislados de literatura gauchesca desde el siglo XVIII, es en el siglo XIX cuando se establece firmemente como un género.

Los ejemplos del siglo XIX son fundamentalmente poéticos: los versos políticos deBartolomé Hidalgo, la poesía en el exilio de Hilario Ascasubi, el Santos Vega de Rafael Obligado, y la obra de Estanislao del Campo y Antonio Lussich.

La poesía gauchesca más famosa es Martín Fierro de José Hernández. La primera parte del poema apareció en 1872 y la segunda, La vuelta de Martín Fierro en 1879. En el personaje de Martín Fierro, Hernández presentó un gaucho que representaba a todos los gauchos, describiendo su forma de vida, su manera de expresarse y su forma de pensar y actuar según las circunstancias.




Historia


Bartolomé Hidalgo es considerado el "primer poeta gaucho", sus Diálogos patrióticos (1822) inician la literatura gauchesca;Estanislao del Campo, en El Fausto Criollo (1866), Hilario Ascasubi, en su obra referida a Santos Vega (1870).

Antonio Lussich, considerado por Jorge Luis Borges un antecesor del "Martín Fierro", y su coetáneo y conocido José Hernández, uno en Los tres gauchos orientales, el otro en el Martín Fierro (editados ambos en 1872), presentan un gaucho idealizado, de espíritu noble, respetado por los campesinos por su fuerza física y moral. Sarmiento, prácticamente el hijo de un gaucho, en su Facundo (1845), tiene una relación de amor y odio hacia lo gaucho: caracteriza al gaucho en bueno: rastreador y baqueano, que vive en un estado de armonía con la naturaleza; y malo: «...hombre divorciado con la sociedad, proscrito por las leyes;... salvaje de color blanco» que incluye al cantor, que anda «de tapera en galpón» cantando hazañas propias y ajenas.

Eduardo Gutiérrez alcanzó especial popularidad con casi una docena de novelas sobre el gaucho, frecuentemente centradas en el gaucho malo, y por lo tanto sus novelas están llenas de peleas sangrientas, violaciones y otros episodios dramáticos. Su novela más famosa es Juan Moreira (1879), basada en la historia de un gaucho que osciló entre la vida delictiva y la violencia política. Otro gran autor gauchesco es el oriental Elías Regules quien fuera muy leído entre los paisanos de las dos orillas a fines del s. XIX tal cual lo señala Jorge Luis Borges en su cuento «Historia de un niño que vio un duelo». Otro de los más destacados autores literarios que llega a tomar temáticas gauchas es el entrerriano Martiniano Leguizamón.
En 1895 los autores gauchescos rioplatenses fundaron la publicación El Fogón dedicada a la literatura gauchesca.

La popularidad de los cuentos y novelas gauchescas a principios del siglo XX creció de forma considerable al crearse numerosas sociedades cerca de Buenos Aires (y también en Uruguay) cuyos socios eran sobre todo emigrantes que se vestían como gauchos, e imitaban sus costumbres. Al tiempo, se fundaron periódicos que trataban temas gauchos.

A algunos les pareciera que aquella distinción entre el gaucho «bueno» y el «malo», dentro del mito asimismo es muy relevante porque permite entender lo paradójico de este mito. Sarmiento hace hincapié en la existencia nómada del gaucho, en su comportamiento rústico, en su capacidad de sobrevivir en la Pampa, cuya misteriosa belleza y peligro oculto le fascinan, pero sobre todo identifica al habitante de la Pampa como un ser incivilizado, opuesto al avance del progreso en comparación con los refinados ciudadanos «que visten traje europeo, viven de la vida civilizada... [donde] están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción... etc».

La imagen del «gaucho malo» se encuentra también en el Juan Moreira (1880), la novela de Eduardo Gutiérrez. Este texto relata la vida de un personaje existente y típico del paisaje tradicional pampeano: Juan Moreira. Nos cuenta los juegos valientes de este «Robin Hood» argentino, cuya nobleza contrasta con un rastro de crímenes horrendos y muertes insidiosas. Sin embargo, aquella violencia tiene una razón que le disculpa al gaucho. En la obra de Gutiérrez, el gaucho, víctima de la sociedad, vuelto malo por la injusticia a la cual se ve sometido, se rebela contra la ley. Su astucia y su temeridad son la base del mito criollo (iniciado por el Martín Fierro). Su inferioridad social, y su mala reputación le obligan al gaucho a aislarse, volviéndose un ser violento y antisocial. Este gaucho lo llamaremos según la expresión popular «gaucho matrero».

Ricardo Güiraldes, en Don Segundo Sombra (1926), vuelve a transformar el campo en poesía. En palabras de Lugones: «Paisaje y hombre ilumínanse en él a grandes pinceladas de esperanza y fuerza. Qué generosidad de tierra la que engendra esa vida, qué seguridad de triunfo en la gran marcha hacia la felicidad y a belleza». Al idealizar al gaucho con líricos toques de virtud y heroísmo en una relación de completa armonía con la naturaleza, nutre el concepto que ha creado el estereotipo del gaucho tan evocado en el folclore argentino.

Si quisiéramos contar la historia del gaucho malo, habría que comenzar con el Santos Vega donde el gaucho es malvado y culpable, y continuar en el Martín Fierro donde es forzado por la autoridad injusta a matar y pelear a ”la partida”, pero se incorpora finalmente al Sistema. En cambio en Moreira, el gaucho matrero se convierte en un superhéroe peleador quién, herido mortalmente por la policía, se muere finalmente en su ley. Todavía ahí no termina la línea del mito del héroe rebelde: encontramos, casi en la actualidad, al bandido-héroe Mate Cosido que, perseguido en el Chaco por la policía, es querido y protegido por los pobladores porque no roba a los pobres sino a las grandes empresas explotadoras y se convierte, así, en una forma de vengador del oprimido. Hay que considerar, sin embargo, que tanto Juan Moreira como Mate Cosido fueron personas reales y no meros personajes literarios, como sí es el caso de Martín Fierro. En cuanto a Santos Vega, el personaje literario parece estar basado en alguien que realmente existió pero de quien prácticamente nada se sabe.

A lo largo del siglo XX declina la literatura gauchesca (si bien pervive, sobre todo en las payadas y en las letras de las canciones folclóricas), aunque se produce un curioso fenómeno: la aparición del gaucho en la historieta (son los casos deLindor Covas -de Walter Ciocca-, Santos Leiva -de Ricardo Villagrán y Raúl Roux-, El Huinca, Fabián Leyes -obras deEnrique José Rapela-, las obras de Carlos "Chingolo" Casalla como "El cabo Savino" con guiones del propio dibujante y deJulio Álvarez Cao, Chacho Varela y Jorge Morhain etc. que presentan al gaucho decimonónico en sus aspectos más virtuosos), estos gauchos de historieta idealizados en exceso ya tenían su contrapartida en la narrativa visual de las viñetasrealizadas a fines de siglo XIX e inicios del siglo XX por Cao (padre) y las pinturas hechas por Florencio Molina Campos en donde con gracia es presentado un gauchaje más humano, en los 1970s la tradición visual que representa graciosamente si bien con respeto al gauchaje es proseguida por otros gauchos de historieta: El gaucho Carayá y, especialmente, Inodoro Pereyra (El Renegau), un excelente homenaje en clave humorística realizado por Roberto Fontanarrosa. En marzo del año 2000 se editó el Martín Fierro con ilustraciones del ya citado Carlos "Chingolo" Casalla. En el 2014 aparece una edición del Martín Fierro ilustrada por Carlos Montefusco.

Narradores gauchescos importantes han sido Benito Lynch (realista), autor de El inglés de los güesos (1924) y de El romance de un gaucho (1936); Leopoldo Lugones, que publicó su obra La guerra gaucha en 1905; y, sobre todo, Ricardo Güiraldes, autor de Don Segundo Sombra (1926), la considerada obra maestra de la literatura gauchesca, cuyo interés por el gaucho está patente desde sus primeros trabajos literarios. En Don Segundo Sombra, Güiraldes presenta un personaje literario que es el retrato ideal y casi mítico del gaucho, con su concepto plenamente asentado de la libertad y del individualismo absoluto.

En cuanto al teatro gauchesco, en general aprovechaba de los elementos sensacionalistas de la vida gaucha y el elemento folclórico y no era una verdadera representación de su vida y sus problemas. Florencio Sánchez es uno de sus representantes más calificados. En uno de sus dramas, M'hijo el dotor (1903), hay una confrontación entre padre e hijo, con la particularidad de que el padre es un viejo gaucho y el hijo ha sido educado en la ciudad. Es una representación de la lucha entre la época antigua y la moderna, M'ijo el dotor aunque es una obra influida por la literatura gauchesca está fuera del ámbito propiamente gauchesco ya que narra la tragedia de un pobre inmigrante italiano que ha enviado a su hijo primogénito a estudiar en la universidad y el hijo tras tratar con los "niños bien" o "paquetes" ("patriciado" acaudalado) se avergüenza de su humilde familia de origen.

La literatura gauchesca como tal se inicia definidamente en el siglo XIX con autores como Hilario Ascasubi, Bartolomé Hidalgo, Estanislao del Campo y el descollante José Hernández. Estos autores para escribir sus obras literarias frecuentemente recurrieron (tal cual lo ha hecho notar el docto tucumano Ricardo Rojas) a una métrica típicamente gaucha; la de los versos en octosílabos. Esa es la métrica del payador que resulta perfecta para transmitir las más profundas emociones improvisando, esa es entonces la métrica de el Martín Fierro calificado como «La Biblia Gaucha» por el cordobés Leopoldo Lugones mientras que el porteño con madre orientala Jorge Luis Borges ha considerado que el Martín Fierro es el libro más perdurable de los argentinos. Por su parte el filósofo y antropólogo Rodolfo Kusch analiza a la típica obra literaria gauchesca como es el caso del Martín Fierro y nota que es una apelación numénica a la naturaleza y a la memoria para persistir dignamente en el tiempo, en la historia.


FUENTE:   http://es.wikipedia.org/