Lee Hee-Ah, es bien conocida como la pianista de cuatro dedos, quien nació con dos dedos en cada mano y con las piernas cortas después de las rodillas a causa de un trastorno congénito. Luego, a los tres años tuvo que someterse a una amputación, para remover las piernas que tenía por debajo de las rodillas. Sus pies con los que camina son muy blandos y se dañan con facilidad, por eso no puede caminar durante mucho tiempo. Sin embargo, ella inspira coraje y esperanza a muchas personas a través de su música, a pesar de sus discapacidades mentales y físicas.
Hee-Ah ha tocado el piano desde los seis años. Ella explica a continuación, el motivo del por qué empezó a tocar: "Mis dedos no tenían fuerza, por eso mi madre quería que aprendiera piano como terapia, para que así pudiera sujetar un lápiz en la escuela, y eso me llevó a donde estoy ahora."
Su profesor de piano la desalentaba para tocar el instrumento, diciéndole que no tenía talento. Le llevó varios meses incluso el poder tocar una tecla, porque a sus dedos les faltaba fuerza. Para empeorar las cosas, no era capaz de entonar el ritmo ni la melodía a causa de su disfunción cerebral, y el médico dijo que si memorizaba una pieza durante cinco minutos o más, su cerebro llegaría a ser aún más disfuncional.
Sin embargo, con perseverancia Hee-Ah, ahora puede memorizar y tocar una pieza que dura más de siete minutos. Al aprender su obra favorita, Fantasía improvisada de Chopin, practicó tanto que la hoja de la partitura estaba desgastada y hecha trizas. Le costó nada menos que cinco años tocarla.
"Con diez dedos sonaría con ritmo, pero tenía más dificultad cuando las melodías no estaban conectadas unas con otras, porque sólo tengo dos dedos." "Mi lema favorito es, 'Siempre intenta lo mejor que se pueda' y 'Haz esfuerzos continuos'".
Cuando por primera vez participó en un concurso de piano, el organizador del evento rechazó su aplicación en un principio. Pero después de su persistente petición, pudo participar en la competencia y eventualmente ganó el primer premio. Los jueces no sabían que ella estaba físicamente discapacitada, hasta que fue anunciada la ganadora del primer lugar. Desde entonces, ella empezó a ganar muchos premios en varias competencias. Al ver los resultados de sus esfuerzos superhumanos, tocaría el piano más de diez veces al día, lo que le causaría ampollas en sus dedos.
Una pianista extraordinaria, su historia fue cubierta por diferentes medios de comunicación y también fue publicada en libros, lo que causó sensación. La oficina del distrito escolar de Seúl, incluyó su libro en la lista de lectura escolar. En 1997, la Srta. Lee tuvo su primer recital de solo y donó todas sus ganancias a un fondo para discapacitados. Ella ahora hace giras de conciertos en el extranjero, así como a nivel nacional. Hee-Ah, ha ganado fama internacional como pianista. Su música conmueve a mucha gente en cualquier lugar que la ejecute, y las emisoras como la ABC y la CNN en América, han sacado al aire su historia.
A pesar de su invalidez, Hee-Ah está optimista y siempre está sonriendo con alegría: "Soy una chica ordinaria como las de mi edad. La única diferencia es que tengo una invalidez física, pero eso no quiere decir que me sienta desesperada con facilidad, ni que me rinda con lo que quiero hacer, sólo porque no tengo piernas y tengo unos cuantos dedos. Creo que siempre habrá esperanza si mantengo mi sueño y trabajo duro para hacerlo realidad."
Además, ella inspira a la gente a través de su discapacidad. Cuando le preguntaron en una entrevista en un programa de televisión: "¿Por qué crees que Dios le dio diez dedos a otros y sólo cuatro a ti?" ella contestó: "Eso es para los incapacitados. A través de la música con cuatro dedos, Dios me dio una misión para hacerles saber. Siempre le doy gracias a Dios por utilizarme de alguna manera."
Hee-Ah agradece a Dios porque cree que si ella tuviera diez dedos, simplemente sería una entre muchas pianistas. Al conquistar sus barreras mentales y físicas, su música junto con una impresión artística, hace que su público sienta un espíritu y belleza indomable. La música de Lee Hee-Ah, nos convence una vez más, de que el arte no es un cuerpo ni un cerebro, sino la expresión de un alma.
*Por favor visite la siguiente página Web para escuchar su música:
http://dopejam.multiply.com/video/item/6
FUNETE: (http://magazine.godsdirectcontact.net)
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