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viernes, 18 de julio de 2014

Mar del Plata en imágenes



El próximo 2 de agosto, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAR), de Mar del Plata, se estrenará un documental sobre la historia de esta ciudad, dirigido y guionado por tres extraterritoriales que se vinieron a vivir y que no entienden muy bien por qué los funcionarios y dirigentes locales se desinteresan por el patrimonio histórico del balneario.







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Se trata del músico y cineasta Martín Virgili, y sus cómplices David Bressan y Santiago Alvaro, realizadores, sumados a los miembros del colectivo local Mundo Dios, y aportes diversos, igualmente significativos.

Esta es la conversación que Virgili sostuvo con Télam.

T: Contame qué es el proyecto Fluctuat Nec Mergitur y quiénes participan.

V: Fluctuat Nec Mergitur es un documental sobre Mar del Plata, sobre esas zonas, esas oscuridades que nadie quiere contar. El proyecto lo encaramos junto a David Bressan y Santiago Alvaro, dos jóvenes realizadores con quienes armamos el equipo de trabajo para la investigación y la producción. Es un documental sobre una casa, bastante especial de hecho. Es una casa-vórtice y vértice, en la que confluyeron y confluyen muchas historias, silenciadas, de Mar del Plata, como la historia sobre la construcción del puerto, la creación del club Aldosivi, el surgimiento y la utilización de la piedra Mar del Plata, la historia de los pescadores y la marginación por parte de las elites locales, la historia del arte de vanguardia local, la historia del cabaret de Pepita la Pistolera… Lo maravilloso es que todas esas historias son atravesadas por esta casa. Si me preguntás por el nombre, surge de una leyenda que aparece en el escudo de París y que se puede leer en una de las chimeneas que hay dentro de la casa. Significa: se mueve pero no se hunde. La casa ha sido habitada por distintos artistas, de varias generaciones, que se han ido renovando, en un movimiento fluctuante que, por suerte, aún persiste.

T: ¿Es una película, un documental, una breve historia de Mar del Plata? ¿Cómo consiguieron el material? ¿Quién financió la búsqueda?

V: Sí, es un documental. Investigamos mucho acerca de la historia de la ciudad y pudimos entrevistar a artistas que vivieron hace treinta años en la casa y artistas que aún viven en ella. Nos inspiró también, el trabajo de los Mundo Dios, es decir, del colectivo que actualmente funciona en la Casa Francesa (así se llama) y a partir de ir a las muestras e involucrarnos con el lugar, nos empezó a llamar la atención la casa y su historia. Ya metidos en el trabajo, comenzamos a ver la cantidad de relaciones que se jugaban en ese edificio. Como dije, el tema del puerto, Aldosivi, Pepita… incluso, se comenta que esa casa del puerto es el punto, el epicentro catastral de todo el sur de Mar del Plata, es decir, del puerto hacia Punta Mogotes. El trabajo fue básicamente bancada por nosotros y amigos que se comprometieron con el proyecto, como Pet Triviño, un groso del steady-cam que nos ayudó mucho. También recibimos un apoyo del Fondo Nacional de las Artes y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

T: Se presenta en Mar del Plata. ¿En qué otros lugares?

V: Sí, el estreno está previsto para el sábado 2 de agosto a las 20:00 en el Museo MAR (de arte contemporáneo) de Mar del Plata. Luego, esperamos poder difundir el trabajo.

T: Hipótesis: ¿por qué no ha habido o no hay películas sobre las mil caras de Mar del Plata, teniendo un patrimonio tan rico, artistas talentosos, una tradición socialista, cierta extraterritorialidad del mainstream más berreta? Lo que yo creo es que las temporadas largas y la comodidad, que ya no existen, han puesto en tensión esa idea -falsa- entre balneario de elite/balneario de masas, y entonces, cargados con ese malestar, los creadores empiezan a volver al ruedo.

V: Es una pregunta muy interesante. Mirá, yo nací en Buenos Aires y van a hacer diez años desde que me vine a vivir acá. Como toda ciudad, existen sus secretos, sus tabúes, sus tesoros, sus lugares lindos y feos. En esta dinámica de irme encontrando con la ciudad, y sobre todo después de la experiencia de Fluctuat..., lo que descubro es que es una ciudad que le da la espalda a sus propios acontecimientos, a todo lo que de ella deviene como algo auténtico y propio. Quizás una razón sea el estigma de ser una ciudad para-el-turista, y que de ese modo sea alérgica a sus propias creaciones. Y esta alergia la podés ver claramente en la pésima conservación patrimonial de la ciudad; en lo poco que la ciudad se encarga de dar a conocer su propia historia (el archivo Mitre, es decir, el archivo documental de la ciudad, está en unas condiciones alarmantes); hace cinco años encontré en la Casa del Puente el piano que usó Alberto Williams (un compositor perteneciente a la primera generación de compositores argentinos), con las patas rotas, lacerado, todo pintado, etcétera. En fin, podría seguir. Lo resumiría en ese alejamiento de la ciudad de su propia historia; eso significa alejarse de sus propios aciertos y defectos. Hay algo aniñado en el comportamiento de las fuerzas sociales y culturales de la ciudad, algo del orden del no hacerse cargo. De todos modos, creo que este panorama puede ser rico para las próximas generaciones de marplatenses, que puedan con su trabajo recuperar esa historia: la historia de Mar del Plata.


FUENTE: ( http://www.telam.com.ar)

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